Tu limpia desnudez en mi procura
profundos sentimientos, bailarines
impulsos que me invitan, paladines,
al combate que ofrece tu cintura.
Expuesta como danza en singladura,
sincera, sin colgantes baldaquines
que oculten o enmascaren los confines
de tu hermosa belleza y tu finura.
Eres coda sensual también dulzura,
luz que limpia de sombras las patrañas
llenándome de paz con su ternura.
Eres lirio de valles y montañas,
flor silvestre que nace en la llanura
y juega con la brisa entre las cañas.
_________________ La poesía convierte a menudo en loco al hombre más cuerdo y vuelve listos a los más necios.
F. de la Rochefoucauld.
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