FOTOMUSICA

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En estrecha prisión llena de honores
clamaste con voz ronca: ¡vivir quiero!
pero sabes que no, que el mal es fiero
y no conoce glorias ni colores.

No sentiste ni penas ni dolores,
al otro despreciaste como a un cero,
arrojaste el amor al vertedero,
tan sólo estimulastes los rencores.

Te llegó ya el final y poco importa
el "status" de un ser tan poderoso,
la estatura del alma fue muy corta.

Nadie te llorará cuando en el foso
los gusanos se sacien de tu aorta
pues de tu corazón no quedó poso...

Sofía.

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Paz y Amor para todos

Antonio

Querido amigo: El mensaje que intenté transmitir no encierra ni dolor, ni resentimiento ni, por supuesto, rencor. Simplemente quise decir que de nada vale ser poderoso sino se ostentan otras virtudes, ya que a la hora de la muerte o de la enfermedad, que no discrimina a nadie, sólo se va uno a llevar lo que haya sembrado y que ni el poder ni el dinero impide la enfermedad y la muerte.
Sé que es muy duro, pero la verdad suele ser dura.
Con todo mi afecto
Sofía.