En Cáceres no hacen pan integral
Últimamente sólo como pan integral. Lo hago por placer y porque sé que resulta más saludable, pero me he encontrado con un grave problema: es difícil encontrarlo en Cáceres. He recorrido panaderías, supermercados e hipermercados de la ciudad y sólo lo he encontrado en uno. En el resto, hay muchos panes industriales que se anuncian como integrales, pero cuando lees detenidamente las etiquetas, descubres que no lo son pues sólo tienen un pequeño tanto por ciento de harina integral. En otros casos, contienen tantos conservantes y azúcares no convenientes que los descarto. Al final he tenido que recurrir a Supercor, que según un estudio de este diario no es el súper más barato de Cáceres, pero sí tiene una oferta de panes completamente integrales de la marca La Espiga. También se puede comprar en los hipermercados el clásico pan alemán, que sí es integral, pero tiene un sabor tan intenso que choca con nuestros paladares, poco habituados a ese gusto semidulzón. Lo que no acababa de encontrar era pan integral del día, sin colorantes ni conservantes. Y es que Cáceres es ya una gran ciudad de 100.000 habitantes con autovía y con IBM, pero aún nos faltan pequeños detalles para satisfacer las apetencias del consumidor. Aquí, como quieras algo un poco raro...
El caso es que ayer, por fin, encontré en un herbolario cacereño pan integral del día, hecho en horno artesano, a la antigua, con harina integral de trigo y con levadura madre. ¿Pero a que no saben de donde lo traen cada miércoles? Pues nada más y nada menos que de Ávila. Sí señor, un panadero de Umbrías, pueblo situado entre Tornavacas y Barco de Ávila, coge cada miércoles su furgoneta, la carga de panes integrales con nueces, con sésamo, con centeno y se hace la ruta extremeña por Plasencia y Cáceres, surtiendo de pan integral los herbolarios de una provincia donde, parece ser, no somos capaces de abarcar todas las necesidades de los consumidores. Da gusto desayunar en Alemania, Holanda o Bilbao panes artesanos integrales, variados... En Cáceres, sin embargo, sota, caballo y rey. O sea: pan de molde, baguette industrial o la libra de toda la vida.
_________________ Un saludo cordial,
Abrahan
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