Con
el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden
seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida.
Con
el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es
sólo de almas grandes.
Con
el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente
la amistad jamás volverá a ser igual.
Con
el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún
día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con
el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.
Con
el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano,
tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados al cuadrado.
Con
el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el
terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con
el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará
que al final no sean como esperabas.
Con
el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con
el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están
a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban
contigo y ahora se han marchado.
Con
el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón,
decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir
que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero,
desafortunadamente, solo con el tiempo... |