 |
Foro sobre Manolo Escobar Foro de la web manoloescobar.net
|
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente |
Autor |
Mensaje |
Juan Antonio don manuel

Registrado: 27 Ene 2006 Mensajes: 1668 Ubicación: Bélgica ( y Asturias )
|
Publicado: Dom Ago 12, 2007 1:20 pm Asunto: |
|
|
Y yo amigo Rafael !
Gracias por compartir con nosotros todos esa ilusión, esos acontecimientos tán intrañables que nos haces vivir con tanto talento y afección !
ESpero amigo Rafael que sigas bien y cuando lo puedas ven a saludarnos que te hechamos de menos hombre !
Un abrazo de tu amigo Belgo-asturiano  _________________ Hola,
Soy "Escobarista" desde los pañales y de "Moritas verdes" a "Cantinera" sus coplas siempre fueron acompañando cada etapa de mi vida.
( Tambien soy pintor )
http://carreno.skyblog.com/
http://www.carreno.monespace.be/ |
|
Volver arriba |
|
 |
Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
|
Publicado: Lun Ago 27, 2007 7:11 pm Asunto: |
|
|
CAPÍTULO X.- EPÍLOGO: EL FINAL DE UNA ILUSIÓN.
(Quinta parte).
Al ver la expresión circunspecta de Manolo Escobar, su semblante grave, su no disimulada desgana por recibir nuestra visita, miro preocupado a mi compañero y recuerdo sus palabras, minutos antes de franquear la puerta de acceso a la mansión:
- Rafael, no tardaremos en salir. Nos dirán que dejemos los regalos a la entrada, nos darán las gracias y, con toda delicadeza, nos despedirán. Es posible que no duremos ni diez minutos...
El cantante de Almería nos hace subir una pequeña escalera que conduce a una terracita semicircular, cubierta por cinco o seis grandes toldos para evitar el rigor del intenso calor, y allí, alrededor de una mesa de medianas dimensiones en torno a la cual se disponían cinco sillas, nos hizo tomar asiento.
- Muy bien -comenzó el maestro-. Pues, ya estamos aquí. No esperaba yo ninguna visita; por tanto, os ruego que os presentéis y que me digáis de donde sois y cuál es el motivo por el que habéis venido.
En todo momento, don Manuel García Escobar nos apeó el tratamiento. Nosotros, en cambio, al dirigirnos a él siempre le tratamos de "usted", inequívoca señal, no ya de respeto -cosa obvia-, sino de especial consideración hacia el astro almeriense como ubicado en escalafón superior y de la escasa confianza que, en aquellos momentos, nos merecía. Es muy posible que, ni siquiera por indicación suya, al menos yo le hubiese tuteado.
- Me llamo Rafael Casas y vivo a muy pocos kilómetros de aquí, concretamente en Alicante. Aunque soy granadino...
Pese a que no había habido acuerdo expreso entre nosotros y afirmando con total rotundidad que Ramón Sánchez podía haber resuelto la situación de modo satisfactorio descongelando el tenso e incómodo ambiente, consideré que en aquel momento debí tomar primero la palabra y cedérsela después al compañero. Era el instante en que había que medir el lenguaje, emplear exquisitamente cualquier vocablo, no dar lugar a malinterpretación alguna. La actitud omisiva de Gabriel, su inconsciente despreocupación había creado un clima receloso, tirante y frío que había que modificar de modo radical. A ello me apresté y estoy completamente seguro que Ramón Sánchez lo entendió así, pues en su rostro en ningún caso se adivinó atisbo alguno de contraridad, signo de menoscabo o de sentirse relegado a un segundo término. No eran aquellos los momentos de hacerse el protagonista sino, insisto, de enderezar algo que involuntariamente se había torcido.
- ...Trabajo en el archivo del Ayuntamiento de Torrevieja y mi ocupación es escribir e investigar acerca de la historia de esa localidad alicantina. He publicado cinco libros sobre esta temática y aquí le traigo un ejemplar de cada uno de ellos para que los tenga como recuerdo. Si a usted le parece bien, los veremos después...
Mi tono se iba volviendo más reposado y sereno, aunque no exento de solemnidad y, eso sí, seleccionando meticulosamente todas y cada una de las palabras pronunciadas. Por su parte, Manolo Escobar, situado enfrente de nosotros, me miraba fijamente, entornando levemente los ojos, sin la más mínima sonrisa, estudiando cada movimiento de su interlocutor, aparentando el máximo interés y no perdiendo detalle alguno de la información que se le iba transmitiendo.
- ...La figura y obra de don Manuel García Escobar -continúo en tono grave- ha estado presente en mi vida, desde mi más tierna infancia. Prácticamente desde que tengo uso de razón, su extraordinario arte preside mis actos, querido maestro. No son muchos los discos que de usted conservo, aunque los que poseo (algunos ya venerables, emblemáticos, editados por la antigua compañía discográfica "Belter" y datados a finales de los años cincuenta) los tengo guardados como un preciado tesoro. Siempre albergué el deseo de conocerle personalmente y, por fortuna, dicho momento ya ha llegado. En el mismo caso, se encuentra mi compañero Ramón, como él mismo le contará a continuación...
No sólo Manolo Escobar me escucha con toda atención. A mi lado, Ramón Sánchez sigue mi alocución sin perder el hilo discursivo y lo mismo cabría afirmar con relación a Alicia, simpática joven situada a la izquierda del maestro que, en todo momento, mantuvo una cálida sonrisa indicativa de que la situación se transformaba paulatinamente y perdía su primitivo carácter distante en favor de una incipiente confianza entre nosotros. En aquel momento, intuí que Alicia desempeñaba el papel que le habría correspondido interpretar a Gabriel García Mármol, entonces ausente, aunque días más tarde -concretamente, el 22 de julio- Victoria Jimena informaba mediante mensaje publicado en el foro escobarista que esa chica es la "road manager" de Manolo Escobar. Es decir, "algo así como la ayudante y encargada de organizar toda la intendencia (sic) de las actuaciones".
El otro asiento, ubicado a la derecha de don Manuel, era ocupado de forma intermitente por Santi, ingeniero de sonido de Manolo Escobar según se nos informó un poco más tarde. Este joven, vestido con bañador y zapatillas, entraba y salía continuamente de la vivienda y sólo de forma ocasional participó en nuestra conversación. En este momento, la esposa del maestro Escobar interrumpió mi monólogo:
- ¿Deseáis tomar alguna bebida? ¿Café, coca-cola quizás...? -se dirige a Ramón y a mí.
- No se moleste, señora -contesto rápido-. No es preciso.
- Muchas gracias, Anita -interviene Ramón, rehusando cortesmente-. No se preocupe.
La brusquedad en el tono de su voz, la sequedad en el trato y el aspecto serio y semienfadado habían desaparecido. Doña Ana Marx era ya otra persona: todo cordialidad y simpatía, no perdió ya la sonrisa. Algo parecido, aunque con alguna reserva, cabría afirmar en relación a Manuel Garcia Escobar: alguna barrera más habría que derribar y en esta labor me encontraba empeñado.
"Ánimo Rafa -me decía para mis adentros-. Lo estás haciendo muy bien. Ahora te toca hablar a ti. Recuerda que es Manolo Escobar quien debe conoceros a vosotros y no a la inversa. Entra en el tema de la asociación y háblale de la página web. ¿No ves cómo mueve la cabeza en señal de asentimiento y aprobación? Expláyate y ataca por ese lado. Cuando lo hayas ganado totalmente, deja que intervenga Ramón y sea él quien ponga la guinda al pastel".
- Hace aproximadamente un año -seguía con mi disertación-, y por casualidad, encontré en internet una página dedicada a usted, o lo que es lo mismo, a enaltecer todo lo que usted representa. Dicho rincón cibernético, modesto pero hecho con todo cariño, fue ideado gracias a Victoria Jimena, compañera nuestra...
- ¿Victoria...? -preguntó Santi, dando a entender que no conocía a la aludida.
- Sí, sí -se apresuró a responder Escobar-. Es una chica malagueña muy simpática y emprendedora.
- Efectivamente -continué-. Me cautivó su página y de inmediato ingresé en ella como miembro de pleno derecho. Lo mismo puede decir mi compañero Ramón, aquí presente, aunque él descubrió ese lugar de internet más tarde, tan sólo hace unos meses. Y aquí nos encontramos: dispuestos a trabajar y a hacer todo lo posible por encumbrar, aún más si cabe, lo que Manolo Escobar representa...
Ya me encontraba crecido y mis palabras arrancaron la primera sonrisa del cansado rostro del maestro. Y, con ella, las primeras frases de agradecimiento...
- Muchas gracias, muchas gracias. No sabéis cuánto agradezco oir cosas semejantes. lo que lamento mucho es que nada de esto estaba previsto y ha habido cierta brusquedad en nuestro recibimiento. Comprended que no esperábamos a nadie y que todo esto nos ha pillado por sorpresa y desprevenidos.
- No hay nada que perdonar -Ramón intervenía por primera vez y en el momento oportuno. Su concurso fue esencial y clave, hasta el punto de convertir su presencia en fundamental-. Es lógico que si ustedes no conocen a nadie que se presenta de repente en su domicilio, sin avisar, pues muestren recelo y desconfianza.
- Claro, así es -responde el almeriense-. No me había dicho nada Gabriel y todo esto ha sido una extraña sorpresa. Pero, bueno -sonríe ampliamente- ya estáis aquí y eso es lo que importa.
- Le quiero hacer una pregunta, don Manuel -quien así habla es Ramón quien, por cierto, aún no se ha presentado, aunque en breve lo hará-: ¿cómo prefiere usted que nos llamemos en la asociación que hemos creado? ¿Manoleros o escobaristas?
El gesto de Manolo Escobar fue de extrañeza impregnado de cierta perplejidad: o bien no entendió la pregunta, o bien no le dio a la misma la suficente entidad como para ser respondida, o bien no halló la respuesta oportuna. Lo cierto es que se mantuvo en silencio y, en ese estado de cosas, Santi -que se hallaba a su lado- aportó la solución:
- A mí me gusta más el término "escobarista". Hay que tener en cuenta que existe un grupo musical que se llama "Los Manolos" y el nombre "manolero" podría confundir y hacer pensar que sois admiradores suyos. Además, la expresión "manolero" parece menos seria y suena peor, ¿no os parece?
- Bueno -contestó Manolo Escobar, sin importarle demasiado la controversia. En el fondo, a él posiblemente le daba igual una mención u otra.
La enorme vivienda de la familia Escobar-Marx tiene dos fieles guardianes que, junto con el matrimonio, constituyen los únicos moradores de la enorme casa. Se trata de sendos perros pastores, mansos y amigables cuando los visitantes no son considerados como intrusos, aunque fieros y de mucho temer cuando la presencia del extraño no es deseada. Uno de ellos merodeaba por allí y se tumbó a mi lado.
- ¡¡Bosco!! -gritó autoritario Manolo Escobar-. ¡¡Vamos, fuera de ahí!! ¡¡Siéntate aquí, inmediatamente!!
Mientras el can, que respondía por aquel nombre, obedecía dócilmente las órdenes de su dueño, éste llamaba la atención de su esposa:
- Por favor, ¿me puedes traer una pastilla? Me molesta un poco la garganta -al tiempo que se la toma de un trago, me indica-: continúa, continúa...
- Es tan grande la significación que la figura de Manolo Escobar tiene dentro del mundo de la copla y de la canción española, en general, y, sobre todo, es tanto el amor que hacia él sienten todos y cada uno de los componentes de la gran familia que se da cita en el foro que Victoria creó hace ya año y medio que nos hemos dado unos estatutos y constituído legalmente en asociación. Me habría gustado traerle una copia de los mismos, pero no nos ha sido posible. Baste decir, en este momento, que la principal finalidad de dicha asociación es promover cuantos actos sean precisos para honrar la figura del artista Manuel García Escobar y de allegar los fondos necesarios a tal objeto. En cumplimiento del espíritu que guió su creación, este humilde grupo de admiradores, encabezados por Francisco Fernández Ruiz, organizó en Armilla un homenaje dedicado a usted, don Manuel, como símbolo de nuestro reconocimiento, de nuestra gratitud por brindarnos su maravilloso arte y, en contraprestación, de nuestra plena disposición para hacer que todo lo que usted significa y representa sea aún más grande. Pero, quiero hacer constar (y con ello concluyo para darle la palabra a mi compañero y amigo Ramón) que el alma de todo esto, y de justicia es reconocerlo, ha sido el citado Paco Fernández, quien no ha podido venir con nosotros para testimoniarle su afecto. En su nombre, y en el de todos, lo hacemos nosotros. Así pues, de su parte, de la de todos nosotros, pues Ramón y yo sólo somos meros representantes de todo un grupo, le damos las gracias y le ofrecemos nuestra cariñosa adhesión. |
|
Volver arriba |
|
 |
Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
|
Publicado: Mar Ago 28, 2007 7:34 pm Asunto: |
|
|
CAPÍTULO X.- EPÍLOGO: EL FINAL DE UNA ILUSIÓN.
(Sexta parte)
La celebración de la exposición y de la gala-homenaje al maestro Escobar en Armilla el día 5 de mayo constituía el "leit motiv" de nuestra visita al artista, en la intimidad de su hogar. Había, pues, que poner especial énfasis en dicho acontecimiento.
- La gestación de la gala realizada en su honor tuvo su inicio a finales del año pasado. Ha sido un acontecimiento que hemos preparado meticulosamente, con todo cuidado y detalle aunque, según antes le decía, ha tenido un protagonista especial: se trata del empleado del teatro de Armilla y compañero nuestro, Francisco Fernández, popularmente conocido como Paco "el del teatro". Dicho acto tuvo lugar a principios del mes de mayo, aunque pocos días antes y en el mismo escenario fue inaugurada una exposición donde se recogía todo el material videográfico y discográfico que, a lo largo de su dilatada carrera artística, usted ha ofrecido a sus miles de seguidores. Supongo que estará al corriente de todo ello...
- Sí -responde Manolo Escobar-. Tengo alguna información de lo ocurrido. Aquel día me encontraba actuando en Galicia, concretamente en Lugo...
Su semblante se ensombreció al rememorar aquel momento. Inmediatamente comprendimos que se trataba de un recuerdo incómodo para el artista: sin duda alguna, este asunto debía producirle una cierta sensación de desasosiego y malestar, pero había que continuar hablando sobre ese tema, suavizando su tratamiento, y, sobre todo, haciéndole ver con toda claridad que dichos actos fueron organizados con todo cariño hacia él y donde el verdadero protagonista no fue otro que Manolo Escobar.
- ...Creedme si os digo que ha sido el primero (y hasta ahora el único) homenaje que se me ha dedicado al cual no he podido asistir. Nunca, a lo largo de toda mi vida, me había ocurrido nada así. Lo digo con amargura, con tristeza, pero es la pura verdad.
- Algo debió fallar -respondí-. Con toda probabilidad, hubo un problema de comunicación.
- Por supuesto -contestó el maestro con rapidez y rotundidad-. No lo dudes. Yo siempre me he encontrado en completa disposición para acudir a cualquier cita. Pero, hay que comunicarlo con antelación suficiente. Esta es la cuestión: cuando tuvimos conocimiento de la gala, de la fecha en que iba a tener lugar, ya habíamos firmado los contratos. Se nos dijo tarde, muy tarde...
Es indudable que ello no fue así. No obstante, no era el momento de contradecir al maestro y de convencerle de que el error había que buscarlo en su propio entorno. Si se quiere ser objetivo, no faltar a la verdad y hablar desapasionadamente, hay que decir en justicia que, desde la organización (léase Paco "Pelulles", Victoria Jimena y demás compañeros), se hizo todo lo que se pudo para lograr la presencia de Manuel García Escobar. Otros condicionantes lo impidieron; ahora bien, este era el momento de olvidar, de hacer borrón y cuenta nueva.
- En cualquier caso -concluí-, en nombre del grupo a quienes representamos mi compañero y yo, le pedimos sinceras disculpas por todo aquello de lo cual somos responsables.
- No te preocupes. No importa ya -zanjó la cuestión-. Háblame de lo que sucedió en Armilla.
Era este el instante en que debía haber tomado la palabra Ramón, pero al dirigirse personalmente a mí me ví obligado a continuar, siquiera fuese brevemente. Mi compañero, al ser copartícipe destacado en aquel evento, podría haberle hecho una magnífica descripción. No obstante, su gran momento aún estaba por llegar.
- De la gala, el mejor comentario que puedo hacer es dejar que usted mismo pueda verla, pues le traemos la grabación en dos DVD's y, de inmediato, le haremos entrega de la misma. Podemos adelantarle que el público respondió magníficamente y el acto constituyó un éxito total.
"Lo mismo cabría afirmar, y con esto termino, respecto de la exposición del material audiovisual. Perfectamente organizado, podría decirse que de forma "didáctica", se disponían a lo largo y ancho de las paredes del vestíbulo del teatro paneles con los discos (LP's) grabados por usted, ordenados de modo cronológico. De igual forma, siguiendo esencialmente una línea "temporal", desde la grabación más antigua hasta la más moderna, en grandes urnas de cristal y en el mismo vestíbulo, figuran colocados los discos singles y EP's, más todas sus películas (en total, diecinueve) desde la primera ("Los Guerrilleros") hasta la última ("Todo es posible en Granada"). Fue un acontecimiento extraordinario del cual se conservan unas fotografías que usted podrá admirar, pues fueron tomadas por el propio organizador e incluidas en la misma grabación donde figura la gala.
Había concluido mi intervención. Sé que me extendí, pero creo que fue conveniente. Ramón tomaba el testigo: el propio Manolo Escobar lo entendió así y se dirigió a nuestro compañero.
- Y tú, Ramón, ¿de dónde vienes y a qué te dedicas?
- Nací y vivo en Puerto Lumbreras, pueblo de la provincia de Murcia...
- ¡Hombre, hombre! -le interrumpió el artista-. Lo conozco muy bien. He pasado muchas veces por ese lugar. Aquello es realmente hermoso. Linda con la provincia de Almería, mi tierra.
- Eso es -responde Ramón-. Tengo entendido que usted frecuenta aquella zona. En el parador de mi pueblo, los empleados me dicen que le ven bastantes veces por allí.
- Ya lo creo, ya lo creo -afirma el maestro-. De Puerto Lumbreras son originarios "Los Gemelos del Sur". Son muy buenos; supongo que los conocerás.
- Naturalmente, ¿cómo no? -contesta nuestro compañero-. Somos buenos amigos. Aunque son paisanos míos, uno de ellos (Emilio) reside en Lorca, localidad vecina. En cambio, su hermano Paco sigue viviendo en Puerto Lumbreras.
- ¿Y cómo siguen? -se interesó don Manuel-. Hace ya bastante tiempo que no hablo con ellos.
- Pues, como siempre -se ríe Ramón con su respuesta-. Uno es más sensato y apaciguado; en cambio, el otro sigue siendo el mismo "vivalavirgen" de otras épocas. Yo tengo bastante relación con ellos..., son personas encantadoras.
- ¿Desde cuándo eres seguidor de mi música? -continúa Manolo Escobar con su interrogatorio.
- ¡Uy, don Manuel! Yo le sigo desde siempre, prácticamente. No voy a afirmar, como hace mi amigo Rafael, que desde que tengo uso de razón... Pero ya hace muchos años que le admiro y me considero un rendido seguidor suyo...
Escobar sonríe satisfecho. Sabe a ciencia cierta que Ramón Sánchez habla con el corazón y siente todas y cada una de las palabras que dice.
- ...Fíjese si tenía ganas de conocerle y hablar con usted que lo he venido intentando muchas veces, al menos doce o catorce, que es el número de conciertos suyos a los cuales yo he asistido. Pues bien, hasta el momento presente, todo ha sido en vano, sin éxito.
- ¡No me lo puedo creer! -exclama Escobar-. ¿Cómo es posible? Nunca he rechazado a nadie, jamás le he negado a ningún seguidor la posibilidad de hablar conmigo, de saludarme, de acercarse a mí.
- No, no -explica Ramón-. Si el problema no es Manolo Escobar. Se trata de los servicios de seguridad contratados para cada una de sus actuaciones: no he logrado que me dejen llegar hasta usted para, al menos, darle mi enhorabuena y hacerme una foto de recuerdo.
- Pues, ¿sabes lo que te digo, Ramón? -contesta don Manuel-. Esto tiene fácil remedio: cuando vuelvas a Puerto Lumbreras, pásate por el parador y les dices a quienes allí trabajan que te avisen cuando yo vaya. Así podremos charlar tranquilamente tú y yo...
- Además, no sé si sabréis que Manolo canta el día 22 en Totana, pueblo muy cercano a Puerto Lumbreras -interviene Santi que vuelve a incorporarse al grupo-. Supongo que os acercaréis...
- Allí estaré -afirma Ramón-. Ya tenía previsto ir de modo que, si no sucede nada extraño, acudiré a la cita.
- Bueno, Ramón -el maestro pregunta de nuevo-: no me has hablado de tu profesión. ¿Qué haces? ¿En qué trabajas?
- No hago nada -la respuesta es contundente-. Absolutamente nada.
- ¿Cómo que nada? -Manolo Escobar ríe nervioso, sin comprender-. Algo harás, digo yo.
- Yo era empleado de banca -contesta Ramón-, pero hace unos años me prejubilé. Ahora sólo me dedico a cantar, que es mi gran pasión.
- Es un auténtico artista y un cantante extraordinario -corroboré yo-. Ya lo comprobará usted mismo, don Manuel, cuando vea su actuación en la gala.
- ¡Ah, muy interesante! -se sorprendía por momentos el genio de El Ejido-. ¿Desde cuándo te ocupas de la canción? ¿Desde que dejaste el trabajo del banco?
- No, no. Llevo la música en la sangre y desde que era niño me viene la afición. En el fondo, mi verdadera profesión es el canto y a ello tendría que haberme dedicado.
- ¿Y por qué no lo hiciste? -pregunta don Manuel con toda rapidez-. ¿Por qué renunciaste a cantar de modo profesional? ¿Quién te lo impidió?
- En el fondo, nadie. Pero, entonces, cuando era la ocasión yo era demasiado joven y tenía que ganarme la vida. En el mundo artístico no tenía futuro y me convertí en bancario. Por otra parte, en aquellos tiempos tampoco existían ni los medios ni las oportunidades de ahora y, a mis 22 años, ingresé en una oficina y ahí continué hasta mi prejubilación.
- ¿Con cuántos medios crees que contaba yo cuando empecé a cantar? -le recriminó don Manuel-. ¿Cómo piensas que fueron mis inicios? Sólo contaba con mis propias dotes, con mis cualidades y así he llegado a ser lo que soy. Trabajando mucho y muy duro. También empecé desde la nada y eso no me asustó.
- Y desde entonces grabando discos y rodando películas -fue mi reflexión-. También recorriendo España en permanente gira y cosechando continuos aplausos.
- Tengo cierta curiosidad, don Manuel: ¿existe algún pueblo, algún lugar en este país que usted no conozca? -preguntó inocentemente Ramón, manifestando su asombro ante la extraordinaria fuerza psico-física de aquel hombre, su inagotable capacidad de trabajo que le había llevado a recorrer cientos y cientos, miles y miles de kilómetros dentro y fuera de nuestras fronteras.
- ¡Hombre! ¿Qué podría decirte yo? -responde con sonrisa burlona el gran cantante-. Alguno habrá, evidentemente. Si se trata de localidades muy pequeñas es posible que no las conozca, pero me atrevería a afirmar que en casi todas he estado...
Hace una pausa y, sin dejar de sonreir, continúa:
- ...Por cierto, a propósito de este tema os propongo una adivinanza: ¿a que no sabéis en que se parece Dios a Manolo Escobar?
Nos miramos Ramón y yo estupefactos y respondemos al unísono:
- Ni idea.
- Pues es muy fácil -sentencia el maestro-: en que Dios es omnipresente, está en todas partes. En cambio, Manolo Escobar en todas partes ya ha estado.
Todos celebramos aquella ocurrencia. Ello no denota, ni más ni menos, sino la verdadera dimensión universal del maestro, siendo posiblemente el artista nacional que, a lo largo y ancho de esta piel de toro, más lugares ha visitado.
- Lo que usted no sabe, y muy pocas personas conocen -vuelve Ramón a la carga, intentando sorprender al maestro Escobar- es que yo podría haberme presentado (y no sé si triunfado) en el mundo artístico como García Escobar.
- ¿Cómo es eso? -pregunta nuestro interlocutor-. ¿También tú te apellidas como yo? ¡A ver si ahora resulta que vamos a ser parientes!
- Pues, no. Yo soy Ramón Sánchez Martínez, pero también puedo utilizar los apellidos García y Escobar, pues García era el segundo de mi padre y Escobar el segundo de mi madre. Además, mi madre se llama María del Carmen; o sea, lo mismo que la suya, don Manuel.
- ¡Qué coincidencia! -exclama Escobar-. Ya veo que tenemos los dos muchos puntos en común. Menos mal que no te has dedicado al canto, pues si lo hubieses hecho habrías sido un serio rival mío -acabó bromeando.
"No lo sabe usted bien, don Manuel -pensé, totalmente convencido-. No lo sabe usted bien. No conoce el arte, el genio de la persona que se sienta enfrente suyo..."
- Es agradable estar con personas como vosotros -confesó el maestro y, sinceramente, yo me sentí halagado. Ramón, también-. ¿Cómo no me habrá comunicado Gabriel vuestra visita...?
- Pues, en efecto, don Manuel -intervine-. Esta entrevista la hemos perseguido y deseado de forma insistente. Han sido muchas las veces que hemos hablado su sobrino y yo para que nos concertase esta cita y, al fin, lo hemos conseguido. Hemos peleado por ello, créame.
- Ya veo vuestro interés, ya veo.
- Exacto. Fíjese que incluso Gabriel llegó a darme el número del móvil de usted, haciéndome la advertencia de que no lo divulgase y lo mantuviese en secreto. Pero, don Manuel, tenga por seguro que siempre que deseemos algo de Manolo Escobar, cualquier cosa, nos pondermos primero en contacto con Gabriel García. Muy raramente yo le llamaré a usted; me atrevo a afirmar que nunca. Siempre con su sobrino -concluí.
- Eso es algo que te agradezco especialmente: que acudas a él. A Gabriel no se le debe obviar: es mi mano derecha y tiene mi plena confianza.
- Por supuesto. Yo trabajo en la Administración y sé que existe una jerarquía que siempre ha de ser respetada. Esto quiere decir que nunca ha de eludirse, salvo casos excepcionales, el escalón intermedio. Pongo un ejemplo: para acceder al alcalde, primero hay que acudir al concejal del área correspondiente; para llegar al secretario del Ayuntamiento hay que ir primero al técnico respectivo, o al administrativo o auxiliar de superior rango... En su caso, don Manuel, es exactamente lo mismo y he obrado como creo que debía hacer.
En estas estábamos cuando sale de la vivienda Santi y se dirige a don Manuel, interrumpiendo mi reflexión:
- Manolo, antes de que se ponga el sol tenemos que acabar la tarea...
- De acuerdo, de acuerdo -responde el aludido.
Comprendí inmediatamente que esta era la señal para que nos diésemos prisa y pusiésemos fin a la visita. Pero, también intuí que el momento más emotivo estaba por llegar y ya se acercaba: Ramón Sánchez iba a ser el gran protagonista. |
|
Volver arriba |
|
 |
Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
|
Publicado: Jue Ago 30, 2007 1:19 pm Asunto: |
|
|
CAPÍTULO X.- EPÍLOGO: EL FINAL DE UNA ILUSIÓN
(Séptima parte).
El tiempo apremiaba. Se hacía preciso entregarle los obsequios que, con tanta ilusión, habíamos llevado. Aquél era su destino final y el objetivo propuesto se habría cumplido con creces en el caso de que el maestro Escobar supiese valorar en su justa medida el significado de cada uno de los objetos que recibía.
Ramón Sánchez se adelantó y mostró el disco compacto que artesanalmente había grabado en su casa. Era el mismo que había regalado a unos pocos afortunados -entre los cuales me cuento- el día 5 de mayo en Armilla.
Don Manuel lo tomó en sus manos y, contemplándolo con éxtasis, leyó:
- "Ramón Sánchez: grandes éxitos de Manolo Escobar" ... Esto es estupendo, ¿no?
- Lo he traído para usted -respondió su autor-. Deseo que le guste.
- Pues, muchísimas gracias -abre la caja del CD y continúa-. Observo que consta de quince canciones... ¿Por qué quince, cuando lo normal son doce?
- No hay una razón especial -contesta nuestro compañero-. Ese disco lo grabé en mi casa con objeto de regalarlo a mis amigos, y así lo hice cuando se celebró la gala en Armilla. Yo pensé que, mientras más temas se incluyeran, mejor. Además, hoy es frecuente encontrar trabajos discográficos con más de una docena de temas.
- ¿Qué canciones interpretas? Vamos a ver -sigue leyendo-: "Verde, verde", "Bajo mi cielo andaluz"... -hace una pausa- no me acuerdo de ella, "Calor", "Jugando", "Viva Almería", "No me mires". Esta tampoco me suena nada...
Levanta la vista, mira a Ramón y suelta a bocajarro:
- ... A ver, ¿cómo es? Recuérdamela.
Ramón, en voz muy baja, como susurrando, entona:
- "No me mires,
que me dan mareos
y me tambaleo
y no sé que hacer.
No me mires,
que me dan calambres
y mi cuerpo arde
hasta enloquecer..."
- ¡Ah, ahora sí! -exclama Escobar-. Ya me acuerdo, ya me acuerdo. Continuamos: "Sólo te pido", ¡qué bonita es!, ... "Vivir y soñar"... Tampoco la sé, tampoco.
- ¡Hombre, don Manuel! -salí en su ayuda-. Es difícil recordar tantísimas canciones, sobre todo cuando alguien como usted tiene en su haber cerca del millar de temas.
- Claro, por supuesto -repuso el maestro. Dirigiéndose a Ramón-: Por favor, cántala.
- "Es muy bonito vivir, vivir,
es muy bonito soñar, soñar.
Es muy bonito querer, querer..."
Y entonces surgió, inopinadamente, sin esperarlo nadie, la voz cristalina y pura de aquel genio universal que en vida se llama Manuel García Escobar. Y surgió a borbotones, como fluye la sangre impulsada por su aún fuerte corazón para dar vida a todos y cada uno de los rincones de su ser cansado. Y surgió maravillosa, plena de hermosura y sin estridencia alguna, para unirse a la no menos preciosa voz del entrañable Ramón. Entonces... un estremecimiento recorrió el cuerpo de todos los presentes durante los pocos segundos que duró el momento. Entonces, como un angelical coro, en el mismo tono y fundidas las dos voces como si una sola fuese, continúan con esa bonita rumba:
- "... y mucho más bonito
poderte amar.
Soñé durmiendo
que me querías.
Soñé durmiendo
con tus ojazos..."
Faltó pellizcarme para poder sentir que aquel instante era real, no un sueño. Y fue verdad, una encantadora verdad, una maravillosa realidad. De ella, únicamente fuimos testigos la sonriente Alicia y yo mismo, y extraordinarios protagonistas Manolo Escobar y Ramón. Siempre lamentaré que ninguna grabadora inmortalizase aquel acontecimiento y que las voces entrelazadas en indisoluble unión se perdiesen para siempre en el viento.
- Ahora sí me acuerdo. Esta canción la interpreté en la película "Un beso en el puerto".
¡Ay, querido maestro! Esa memoria tan gastada...
- No, don Manuel, no -le corrigió cariñosamente Ramón-. Es de "Donde hay patrón..."
- ¡Claro que sí, claro que sí! -rectifica de inmediato-. ¿En qué estaría yo pensando?
No repuesto aún del escalofrío, me dirijo al lugar donde estaban depositados los paquetes con los restantes regalos. Se trataba de un rincón de la terraza, junto al cual se hallaba el eterno carro de Manolo Escobar labrado en cerámica, y una guitarra pequeña artesanalmente hecha de esparto.
- Don Manuel: he aquí los libros de los cuales soy autor. Como antes le decía, son cinco volúmenes sobre la historia de Torrevieja, de los cuales posiblemente el relativo a la historia de la banda de música local le interese de modo especial...
- Parecen muy rigurosos... e interesantes. Les echaré un vistazo.
- Traigo también un ejemplar de cada uno para su sobrino Gabriel...
Tras leer la dedicatoria en primera página, me mira, sonríe y musita:
- Muchas gracias. Es todo un detalle.
- A continuación, tengo el placer de entregarle este disco compacto que, con todo cariño, le regala Paco Fernández, nuestro compañero y organizador de la gala de Armilla.
Se trataba de la grabación efectuada por los hermanos de Manolo Escobar de los temas que hicieron famoso al maestro. Los ojos de éste se iluminaron.
- Este obsequio es entrañable y tiene para mí especial significación. Dadle las gracias a vuestro amigo de mi parte, pues me entrega un disco que yo no conservo.
- Quedan todavía muchos más regalos, don Manuel -continúo ante el sorprendido maestro-. En esta carpeta se contienen impresos varios documentos: por un lado, la breve "Historia de la copla", escrita por otro compañero, llamado Iván Pérez y natural de Vitoria, que yo tuve el verdadero placer de leer en la inolvidable gala del 5 de mayo; por otro, la "Crónica" que yo mismo estoy escribiendo acerca de ese acontecimiento y que nos reunió en Granada a un grupo de admiradores suyos. He de hacerle la salvedad de que está incompleta...
Manolo Escobar pasaba con rapidez febril las hojas de los trabajos que yo le iba enumerando. No daba crédito a lo que veían sus ojos.
- ...Y, finalmente, completan el bloque dos emotivas cartas que a usted le dirigen dos apasionados seguidores: el ya citado Paco Fernández y Antonio Martín Jiménez.
- Prometo que leeré todo lo que me estás dando con pleno detenimiento y dedicación -dijo, sin perder la sonrisa en ningún momento.
- A continuación, Ramón le entrega un paquete que le envía desde Vilafranca del Penedès una querida amiga nuestra, Mariana Pérez Oller -el regalo, en cuestión, aún estaba precintado-. Haga usted el favor de abrirlo.
Al descubrir el primoroso bordado, los labios de Escobar se entreabrieron y sólo pudo pronunciar cuatro palabras:
- Esto es una preciosidad -seguidamente lo entregó a su esposa que recogió emocionada el presente.
- Ese mantelito lo ha hecho a mano la "abuela" del foro -le informó festivamente Ramón.
- ¿La abuela? -se extrañó el maestro-. Querrás decir que es la persona mayor de todos vosotros.
- Así es, así es.
- Ya queda menos, don Manuel. Un poquito de paciencia -volví a intervenir, extrayendo de una bolsa el cuadro enmarcado con la poesía de José Guzmán Callejón-. El trovador del pueblo de Armilla le dedica con todo cariño estos sentidos versos que él mismo declamó en su homenaje. Personalmente, me rogó que se lo diese y, junto con él, le envía además un caluroso abrazo.
- Por mi parte, le devuelvo el saludo y le manifiesto que este cuadro figurará en uno de los principales lugares de mi casa.
- Penúltimo regalo -retomo la palabra al tiempo que le muestro dos ejemplares de los DVD's de la gala-homenaje y adicional exposiciòn-: esta es la prueba fehaciente de lo que sucedió en el teatro de Armilla durante la tarde del día 5 de mayo y que, lamentablemente, usted no pudo contemplar en directo. Todo lo que aquí se contiene es una prueba de amor y, como todo amor verdadero, hecho de la forma más desinteresada y altruista. Un ejemplar es para usted; el otro se lo da de nuestra parte a su sobrino. Por favor, véalo cuando pueda y juzgue.
- Yo no sé como agradeceros tanta atención... No encuentro palabras.
- Ya lo está haciendo, don Manuel -apostillé-. Una última observación: se trata de grabaciones hechas de modo "amateur", sin grandes medios técnicos, digamos en plan "casero". Por ello, le ruego que sepa disculpar todos los errores que pueda apreciar.
- Lo comprendo perfectamente. No te preocupes lo más mínimo.
- Y llegamos al final. Como recuerdo de todo lo que aconteció, fueron editados varios carteles por el organizador del acto-homenaje. Unos se refieren al espectáculo de la gala en sí y otros son los relativos a la exposición. Aquí traigo cinco ejemplares, más los diplomas de participación de Paco Fernández, de Ramón y el mío propio. Si no fuera mucho pedir, le rogaría por favor que nos los dedicase. Para nosotros, constituye un precioso recuerdo y un valioso regalo.
- Naturalmente -afirmó sin dudar-. ¿Tenéis algún lápiz o bolígrafo?
- He comprado especialmente este rotulador negro -se lo presta Ramón, al tiempo que yo mismo extiendo los carteles a lo largo de la mesa-. La ocasión lo merecía.
- Dos ejemplares los conservarán su sobrino y usted -continúo informando-. Los tres restantes ha de firmárselos a Ramón, Paco Fernández y Victoria.
- Perfectamente -asintió.
El texto de las dedicatorias rebosaba cariño y reconocimiento. No era demasiado extenso, pero sí suficientemente explícito. En concreto, la dedicada a Ramón y escrita con letra indeleble en su correspondiente diploma venía a decir: "A Ramón Sánchez del otro Manolo Escobar". Su significado era evidente: en la práctica, el gran maestro colocaba a su misma altura artística a nuestro querido amigo y compañero, el simpar Ramón. ¿Qué más se podía pedir?
- Por último, y con esto ya terminamos, dedique y firme los diplomas respectivos...
Así fue. Concretamente, Manolo Escobar me dedicó las siguientes palabras: "Para Rafael, con todo el afecto de su amigo Manolo Escobar".
Dicho testimonio, junto con las fotos que momentos después nos hicimos, constituye el único recuerdo material que conservo del excelso maestro. No hubo más: el resto queda grabado en mi memoria y en mi corazón.
Se acercaba el momento de la despedida. Faltaba dejar constancia gráfica de aquel encuentro, no sólo para nuestro propio y particular disfrute, sino, fundamentalmente, para deleite de los demás compañeros que, con impacienca, seguían imaginariamente aquella entrevista desde los más diversos lugares de España (e incluso del extranjero).
Quedaba claro, pues, que cualquier vestigio audiovisual de la cita iba a ser compartido, "colgándolo" en la red y, consecuentemente, "subiéndolo" al foro.
Fui yo quien planteó la propuesta cuando el momento fue propicio, es decir, cuando Manolo Escobar se mostró cercano, accesible, cariñoso, confiado...
- Don Manuel -comencé-, esta visita, según he manifestado anteriormente, no ha sido planteada de modo individual. Quiere esto decir que, tanto Ramón como yo, venios ostentando la representación de todo un colectivo, que no es otro que el constituído por el grupo que se reúne en torno a Victoria Jimena en la página web manoloescobar.net. Para que todos puedan disfrutar de este momento, le rogaría, si es posible, que nos permitiese grabar algunos minutos de entrevista o, en su defecto, tomarnos algunos fotos que pondríamos en común...
El maestro quedó en silencio unos instantes y, seguidamente, habló:
- Si las imágenes no transcienden y quedan en un ámbito exclusivamente privado, por vuestra parte..., en este caso, no tengo el más mínimo inconveniente. El problema es de imagen, es decir, de publicidad de la misma...
Lo note reacio, asustado, inseguro. En ese momento, era mejor no insistir, no forzar la situación, no provocar el desagrado del artista, máxime después de haber logrado la ansiada distensión.
- ...Bajo ningún concepto -continuó en tono serio- quiero ofrecer una imagen distinta de la que, desde hace muchos años vengo dando a mi público. Esto podría traer consecuencias perjudiciales para mí. Además, mi aspecto no es ahora el más apropiado. No sé si me explico.
- Perfectamente. Pero, tenga en cuenta que la grabación que pudiésemos hacer sería, digamos, de "consumo interno" por parte de nuestro grupo...
- Sí, sí -me interrumpe Santi- eso está muy bien. Pero, ten en cuenta que estas imágenes serían publicadas en un "dominio" de libre acceso, al cual no sólo ingresaríais vosotros, sino cualquier otra persona.
- Pues, no se hable más. Don Manuel: su voluntad es ley y, por supuesto, la respetamos y acatamos. No hay nada que temer, de modo que esté tranquilo.
El maestro respiró aliviado. En cambio, Ramón insistió:
- Bueno, algunas fotografías...
- Eso sí -admitió-. Venga, vamos a hacerlas y no nos entretengamos más. |
|
Volver arriba |
|
 |
Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
|
Publicado: Lun Sep 03, 2007 6:13 pm Asunto: |
|
|
CAPÍTULO X.- EPÍLOGO: EL FINAL DE UNA ILUSIÓN.
(Octava y última parte).
Cuatro fueron las instantáneas que Santi, por indicación del propio Manolo Escobar, tuvo bien sacarnos. Fue una inmensa alegría poder posar con el gran maestro, no ya por disponer del único testimonio gráfico que se conserva de aquella memorable visita, sino, sobre todo, por el placer de poder compartir las fotografías con los queridos compañeros del foro.
En la primera imagen se nos ve, junto al genial artista, a Ramón y a mí. Como es natural, Manolo Escobar había de ocupar el lugar central y todos figuramos muy sonrientes y felices, reflejo exacto de nuestro estado de ánimo en aquel momento. Eso sí: el aspecto que presenta don Manuel en cada una es exactamente el mismo. Se trata de la eterna sonrisa –por lo visto no se le conoce otra- con la cual el ídolo “se retrata” con sus fieles admiradores.
En la totalidad de las fotos es perceptible el gesto de camaradería: en esta primera, nuestra amistosa mano se posa suavemente sobre el hombro de Manolo Escobar. Algo similar ha de afirmarse por lo que respecta a las dos fotografías donde figuran los dos cantantes, ilustre profesor y aventajado alumno. En cambio, en la única instantánea que nos reúne a don Manuel y a mí, es su brazo el que descansa en gesto paternal sobre mi agradecido hombro. Se trata de una actitud poco frecuente en el astro andaluz, aunque particularmente considero que su relevancia es más bien testimonial y absolutamente sentimental.
- Esta foto que usted y yo nos acabamos de hacer –le manifestó Ramón al maestro- figurará como carátula de mi próximo disco.
Y así fue. Pocos días después, nuestro compañero editó doce nuevas canciones que reunió en un trabajo en el cual figuraba como portada la imagen de referencia, y que, de una u otra forma, habría de convertirse en el homenaje personal que nuestro buen amigo tributó al excelso maestro.
Llegó la hora de la despedida. En silencio, aunque visiblemente satisfechos, bajamos las escaleras que conducen a la entrada principal de la mansión y nos dirigimos a la puerta. Una vez allí, le formulé al artista la última pregunta:
- ¿Qué podemos esperar de Manolo Escobar en el futuro? ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Me mira sonriente y tomándome del brazo me dice:
- Algo hay. Pero, este es un tema del cual quiero que te informe Gabriel. Eso es materia suya y no puedo entrar yo en este terreno…
Acto seguido, se acerca a mí y me susurra al oído:
- …No quiero robarle la exclusiva. Pregúntale a él.
En la puerta de salida, se sucedieron los saludos, los apretones de mano y los afectuosos saludos. ¡Cuán lejos quedaban la frialdad y los gestos de compromiso anteriores, en aquel mismo escenario!
- Tenéis una cita pendiente el día 22, en Sotana –volvió a recordar Santi.
- Es muy difícil que yo pueda acudir –indiqué a los presentes-. En cambio, Ramón con toda probabilidad irá.
- Pues, dale tu número de teléfono –se dirige Manolo Escobar a su joven manager Alicia-, de modo que no tenga ningún problema para verme.
- Toma también el mío –el ingeniero de sonido se apresuraba a ofrecérselo- y así me acompañas en el control, en la mesa de mezclas.
Ramón se sentía feliz. Jamás él había soñado con aquello y, emocionado, agradeció el detalle. Nuestros anfitriones se disculparon por última vez.
- No se preocupen –respondimos-. Ha sido un momento muy agradable el que hemos pasado juntos. Muchas gracias por todo… y hasta siempre.
La puerta se cerró a nuestras espaldas y Ramón arrancó el coche.
- ¿Qué te ha parecido? –le pregunté.
- Ha sido todo tan bonito y tan extraño… -respondió mientras regresábamos a nuestra realidad-. Bonito porque jamás había pensado que todo iba a suceder así, como un sueño. Extraño porque, de repente, lo que representaba como negro, negro, ha ido convirtiéndose paulatinamente en blanco, blanco. Sinceramente, yo creía que nos “despachaban” enseguida y que todos los regalos que les llevábamos iban a ir al cubo de la basura.
- Así también lo pensaba yo. Al menos, ya saben de nosotros, nos conocen, existimos para ellos. Ahora bien, no sé yo qué grado de relevancia tendremos…
Sonríe, moviendo la cabeza. Él vive en la realidad, yo más bien en la utopía.
- No mucha, Rafa. No te hagas demasiadas ilusiones.
No obstante, estas palabras no merman mi euforia. Quiero compartir este elevado nivel de optimismo con algún compañero ausente. Deseo comunicar a alguien lo ocurrido y pienso en Victoria. Rápidamente marco el número de su teléfono móvil…
- No contesta, Ramón. Debe de tenerlo apagado. Lo voy a intentar con Paco “Pelulles”.
Esta vez sí hay suerte. Su voz resuena al otro lado del aparato en tanto mi acompañante toma la autopista A-7, camino de Alicante. Atrás van quedando los últimos edificios de Benidorm.
- Todo el tiempo he estado pensando en vosotros –indicó mi interlocutor, con evidente grado de excitación-. A las seis en punto de la tarde, hora en la cual estaríais entrando en la casa del maestro, he dejado un mensaje en el foro. Ya lo leerás. Bueno, ¿cómo ha ido todo?
- Ha sido maravilloso, Paco. Hemos encontrado mucho afecto y han sido muy atentos con nosotros. Al principio no nos fueron bien las cosas, pero después todo se transformó…
- ¡No me digas! –exclama Paco-. Bien, ya nos contarás. Porque, todo lo que habéis vivido lo dejarás por escrito, ¿verdad?
- Naturalmente –respondí-. Deseo decirte algo, Paco: has estado muy presente en nuestras conversaciones. Hemos hablado de ti; al menos, don Manuel ya sabe que existes, que eres el alma, el organizador de la gala, de todo este extraordinario montaje que nos ha conducido hacia él…
- ¿En serio…? Eso es para mí todo un honor.
- Por un momento pensé en llamarte desde allí para que, personalmente, él pudiera saludarte y darte las gracias por todo el esfuerzo desplegado, por hacer que toda esta historia que ahora termina haya sido una gozosa realidad. Pero, el ambiente no era el más apropiado… Ya lo entenderás mejor cuando leas lo que algún día escribiré.
- Para mí es ya suficiente con todo lo que habéis hecho –se despide-. Un emocionado abrazo a los dos.
Corto la conversación y me dirijo, nuevamente, a Ramón:
- Es inexcusable que asistas al concierto de Totana. No debes ponerte enfermo, no debe suceder nada extraordinario… En definitiva, no te lo debes perder.
- ¡Ojalá! Dios quiera que todo transcurra normalmente y que ningún imprevisto lo impida.
- Eso de ver y oir al maestro desde una posición privilegiada, de hablar con él antes y después de la actuación, de seguir el espectáculo con si más directo colaborador, en el control de sonido…
- ¡No sabes tú la ilusión que me hace! –exclama.
Van quedando muy pocos kilómetros para llegar a Alicante y, con ello, se aproxima el momento para despertar de este dulce letargo. ¿Dónde y quién organizaría el próximo homenaje al maestro?
- ¿En qué quedó tu pretensión de realizar en Puerto Lumbreras un acto similar al que tuvo lugar en Armilla? –le pregunto.
- En nada. Todo quedó anulado –fue su breve respuesta.
- ¿Por qué? ¿Qué ocurrió para que todo se desvaneciese?
- Perdí la ilusión por la desmotivación de los compañeros del foro. No encontré suficiente interés prácticamente en nadie.
- Yo creo que la cuestión puede ser distinta. El único inconveniente que observé fue el temor a agobiar demasiado a don Manuel y la posibilidad de un rechazo por parte de su sobrino a la celebración de ese homenaje, pues ellos prefieren que se realice en Benidorm y así no tenerse que desplazar a ningún sitio.
- Sea lo que fuere, lo cierto es que yo me desinflé y eso me dolió. En el alcalde de mi pueblo, recién elegido y con quien tengo cierto trato, también observé gran interés y ofreció las mayores comodidades posibles para que tuviese lugar el acto en honor a Manolo Escobar. Pero, bueno, en otra ocasión será –dijo resignado, encogiéndose de hombros.
- Estoy deseando que el maestro vea los DVD’s de la gala y oiga tu disco. Me encantaría saber su opinión sobre el espectáculo de Armilla y, en concreto, sobre tu forma de cantar.
- A mí también –confesó-. ¿Quién me iba a decir a mí que Manolo Escobar me oiría cantar algún día?
- Yo le encuentro a tu voz un enorme parecido a la suya. No sé si alguien te habrá dicho algo…
- Recuerdo que Pepe Vega, nuestro compañero de la gala, comentó antes de despedirnos que me había confundido con el maestro y que Paco “Pelulles” le había sacado de su equivocación, diciéndole que era yo el intérprete.
- Sí, también estaba yo presente –recordé-. ¿Viste la cara de perplejidad que puso el pobre…? Creía que le estábamos gastando una broma.
Ya se veía Alicante. El final de nuestra historia esta próximo, aunque yo me resisto a que todo acabe. Deseo prolongarlo unos instantes más y, por ello, le digo a Ramón:
- Cuando lleguemos, te presentaré a mi mujer y a mis hijos que nos esperan. Ahora seré yo quien te invite a tomar un refresco. No tienes prisa, ¿verdad?
- No, no –contesta-. Ya me da igual la hora de llegada. Iré despacio, pensando en todo lo que ha ocurrido, diciéndome a mí mismo que lo que hemos vivido ha sucedido, que no ha sido ficción, que Manolo Escobar se ha dirigido en persona a nosotros…
La ternura de Ramón, su arrolladora simpatía, su ilimitada bondad se puso de manifiesto durante los instantes postreros, cuando mi familia tuvo la suerte de entablar relación con él. Fue tan honda la huella que dejó en mi hijo Rafael, criatura de ocho años, que, desde entonces, me pregunta por Ramón Sánchez, por el momento en que volverá a verlo, por el día en que hablará con él.
Cuando se despidió de nosotros y ví desaparecer su coche por el horizonte, comprendí que todo había terminado. Ahora, aquella preciosa vivencia había de ser difundida y hacerla sentir al resto de integrantes de nuestra gran familia escobarista. Pero, esa es ya otra historia.
Vuelvo a casa. Cuando entro en el salón, me dirijo al equipo de música. Lo enciendo e introduzco el disco que mi amigo me ha regalado…
“Pa’ser gracioso en la ví(d)a
y cantar con sentimiento
hay que ser de Puerto Lumbreras
y echarle temperamento.
Yo reparto mis canciones
Por toíta España entera.
Las canto con alegría,
Con arte, duende y solera.
De Puerto Lumbreras yo soy
donde el arte es cosa buena,
donde te tomas dos chatos
y te olvidas de las penas.
De Puerto Lumbreras yo soy
y Ramón Sánchez me llaman
donde juro por derecho (bis)
pa’ decir cuánto te quiero.
Que yo nací lumbrerense
y este Puerto fue mi cuna
el de la gente bravía
hecha de sol y de luna.
Yo pongo toda mi alma
cuando canto a mi Lumbreras
por su arte y su belleza,
por ser tierra de alegría".
( F I N) |
|
Volver arriba |
|
 |
Victoria Administrador

Registrado: 26 Ene 2006 Mensajes: 2568 Ubicación: Rincón de la Victoria (Málaga)
|
Publicado: Lun Sep 03, 2007 9:52 pm Asunto: |
|
|
Magnífico, Rafa. Me ha encantado. Es como si hubiera estado allí con vosotros, ya lo han dicho antes otros compis.
Muchas gracias por tu dedicación con esta crónica, que sé que te has tomado con una ilusión tremenda. Sé que ahora retomarás de nuevo los capítulos anteriores, y que te queda todavía mucho que relatar. Pero hombre, déjanos de vez en cuando algún otro mensajito, cuéntanos cosas... |
|
Volver arriba |
|
 |
azahar_25 don manuel

Registrado: 03 Feb 2007 Mensajes: 1411 Ubicación: sevilla
|
Publicado: Mar Sep 04, 2007 3:02 pm Asunto: |
|
|
Como dice Victoria, es como si hubiese estado allí, hoy he leido todos los capitulos juntos, pues así es como se entera una de todos los detalles, ya que pasan dias entre capitulo y capitulo y así todo del tirón, vaya lo bien que me ha sabido.
Gracias, gracias de corazón
Un abrazo
Balbi _________________ azahar |
|
Volver arriba |
|
 |
TONI EL PIPERO don manuel

Registrado: 29 Mar 2007 Mensajes: 1256 Ubicación: Sant boi de llobregat
|
Publicado: Mar Sep 04, 2007 7:18 pm Asunto: saludos |
|
|
Querido Rafael, increible,,, gracias gracias,,,,,, nadie a echo tanto por mi, como lo que tu as echo,,, n unca podre olvidarlo mi querido escritor.
Agradecerte,,, con un abrazo super grande............ gracias señor Rafael Casas. _________________ Querido Manolo |
|
Volver arriba |
|
 |
Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
|
Publicado: Mar Sep 04, 2007 8:25 pm Asunto: |
|
|
Mis queridos amigos, Victoria, Balbi, Toni... y restantes compañeros:
Muchas gracias por seguir con tanto interés esta "Crónica" que, con tanto cariño, con tanto amor, escribo por y para vosotros.
Ese entusiasmo, esa fuerza que me transmitís a través de vuestros comentarios, e incluso cuando leéis en silencio y nada escribís, es alimento que me anima a continuar.
¡Cuántas veces me he preguntado -¿verdad Victoria?, ¿verdad Paco?- hasta qué punto merecía la pena seguir y qué grado de emoción podía comunicaros a través de estas humildes líneas...
Pero, sí. Compruebo que mis palabras -que son también vuestras- no caen sobre terreno yermo, árido. Todo lo contrario: es tierra abonada y dispuesta a dar el mejor fruto.
He concluído con este capítulo la historia. La obra se cierra con un apartado de agradecimientos que elaboraré cuando ponga fin a los capítulos tercero al noveno (inclusives).
Ahora, continuaré con las peripecias, esfuerzo y malos momentos que pasó nuestro entrañable Paco "Pelulles". Después narraré la gala, propiamente tal, y sus entresijos, su "intrahistoria", lo que vimos detrás del telón, las actuaciones, los jugosos diálogos de los descansos, los cafés previos al acontecimiento...
Un emocionado abrazo y hasta muy pronto
Os quiere
Rafael Casas |
|
Volver arriba |
|
 |
Paco Pelulles don manuel
Registrado: 19 Oct 2006 Mensajes: 380
|
Publicado: Mar Sep 04, 2007 10:52 pm Asunto: |
|
|
Rafael Amigo:
Aunque seamos un poco “repetios” quiero que sepas que estamos tod@s engangados .
Así te lo dije en persona el Sábado, y te doy muchos ánimos para que continúes con tu “cronica “que es la nuestra.
He estado muchos días “desconectado” y ya empiezo a ponerme al día, ya he leido todo lo que has escrito, y sigo felicitándote por hacernos vivir y recordar aquellos momentos tan bonitos y emocionantes.
He visto con agrado que hay much@s personas que se han incorporado al Foro.
Desde este post le doy a tod@s mi más sincera bienvenida.
Un Fuerte Abrazo. Paco Pelulles. _________________ Como MANOLO ESCOBAR no habrá otro igual.
Ultima edición por Paco Pelulles el Mie Sep 05, 2007 3:15 pm, editado 1 vez |
|
Volver arriba |
|
 |
mr.porompompero don manuel

Registrado: 27 Ene 2006 Mensajes: 1325 Ubicación: Vitoria
|
Publicado: Mar Sep 04, 2007 11:43 pm Asunto: |
|
|
Me ha encantado acompañaros en este viaje literario, muy bien hecho.
y buena versión del "de andalucia yo soy" _________________ Iván P.R. |
|
Volver arriba |
|
 |
Victoria Administrador

Registrado: 26 Ene 2006 Mensajes: 2568 Ubicación: Rincón de la Victoria (Málaga)
|
Publicado: Mie Sep 05, 2007 1:25 pm Asunto: |
|
|
Paco, mi arma, dichosos los ojos que te ven por estos andurrialesssss. Me alegra verte de nuevo, aunque eso signifique que se acabaron los días de ejercer de abuelo, pero de todo tiene que haber, no?
También estoy echando de menos a Ramón, que andaba por la costa de vacaciones (bueno, y actuando, que debe haberlo pasado pipa haciendo sus bolos), pero últimamente ni se asoma por aquí; debe andar bastante liado. Y a Rafa Lora también lo extraño, que desde que ha empezado la liga no hay quien lo pille...
En fin, que ya llegó septiembre y parece que la cosa se normaliza un poco. El día que nos pongamos todos a escribir (los más antiguos y los "nuevos"), va a ser dificil ponerse al día con los mensajes. Un abrazo, Paco, y a ver si un día nos mandas una foto de tus nietos, que tengo ganas de conocerlos. |
|
Volver arriba |
|
 |
Paco Pelulles don manuel
Registrado: 19 Oct 2006 Mensajes: 380
|
Publicado: Mie Sep 05, 2007 3:11 pm Asunto: |
|
|
Hola Victoria:
Pues si, la verdad es que he tenido poco tiempo para entrar al Foro, le he dedicado mucho tiempo para estar con la familia.
Hemos viajado a Alicante varias veces, y después mi hija se vino a pasar unos días a la casa de los awuelos con los ”Mellizos.”
¡Están preciosos los dos! ¡Ya pesan más de 6 kilos cada uno!.
Victoria, he leído todo lo que habéis escrito tú y Tere, sobre el día de la actuación del MAESTRO en Málaga, de la cual me produjo una gran alegría, sobre todo por Tere.
¡Mi más sincera enhorabuena!.
Yo tenia ese Sábado un compromiso muy importante, tenia que ir a la boda del hijo de unos amigos, si no llega a ser por eso hubiéramos ido a Málaga para ver al MAESTRO y a vosotros, en fin… otra vez será.
Un Abrazo Para Tod@s. Paco Pelulles. _________________ Como MANOLO ESCOBAR no habrá otro igual. |
|
Volver arriba |
|
 |
TONI EL PIPERO don manuel

Registrado: 29 Mar 2007 Mensajes: 1256 Ubicación: Sant boi de llobregat
|
Publicado: Mie Sep 05, 2007 10:02 pm Asunto: saludos |
|
|
Aparte de todos los cumplidos maravillosos hacia Rafael,,,,,,,,
Yo quiero decir que el esfuerzo y honor a sido vuestro, que sin tantas ganas de hacer conocer la obra de Armilla, a Manolo Escobar es porque,,, havei tenido unas narizes de pàdre sñor mio.......
Y agradecerte tu sabiduria y conocimiento, para espresarno todo Rafael.
Te queremos mi gran amigo Rafael _________________ Querido Manolo |
|
Volver arriba |
|
 |
MANOLO don manuel
Registrado: 10 Abr 2008 Mensajes: 1810 Ubicación: Guipúzcoa - Salamanca - Madrid
|
Publicado: Mie May 07, 2008 7:14 pm Asunto: |
|
|
la ley !!! pero rafa no se donde sacas tantas fuerzas y tantas palabras pero .... la ley jejej sin palabraS
MUCHAS GRACIAS
MUCHAS GRACIAS
MUCHAS GRACIAS
MUCHAS GRACIAS
MUCHAS GRACIAS
MUCHAS GRACIAS
UN SALUDO DE UN MANOLO SORPRENDIDO _________________ La primera vez fue un 10 de Julio de 2009 en Pamplona / La segunda vez fue un 13 de Febrero de un 2010 en San Sebastián / La tercera vez fue un 6 de Noviembre del 2011
Tanto el como su familia con la hostia |
|
Volver arriba |
|
 |
|
|
Puede publicar nuevos temas en este foro No puede responder a temas en este foro No puede editar sus mensajes en este foro No puede borrar sus mensajes en este foro No puede votar en encuestas en este foro
|
Powered by phpBB © 2001, 2005 phpBB Group
|