VIOLENCIA DE GÉNERO - II

 

 

 

 

 

¿Por qué lo hiciste, papá?
¿Por qué segaste su vida?
¡Has matado a mi mamá!
¡Era mi madre querida!

¿Qué hago yo sin su cariño?
¡Voy a añorar su ternura!
¿No ves que soy solo un niño
que has llenado de amargura?

Ella era buena conmigo,
y siempre me repetía
que era muy feliz con ambos,
y solo a los dos quería...

¿Por qué lo hiciste, papá?
¿Por qué bebiste aquel vino?
¿Por qué cogiste el cuchillo,
como un vulgar asesino?

No me aprietes con tus manos
mi garganta, me haces daño,
acúname entre tus brazos,
como me hacías antaño.

Yo sé que tú no querías
quitar la vida a mamá...
Yo sé que tú no eres malo
y lo hiciste sin pensar...

Pero, por favor, no aprietes
con tus manos, más, mi cuello,
que no puedo respirar
y ya siento que me muero...

¡Padre al que tanto adoré!
¡A quién más quise en la vida!
¡Ya no puedo ver tu cara!
¡Tengo la visión perdida...!

¡Allá, en el cielo te espero
acompañandola a ella,
dándole todo mi amor
para paliar su tristeza...!

Y allí quedan madre e hijo,
muertos por quién más los quiso,
mientras que el padre, aún borracho,
en la boca, se da un tiro.

¿Qué está pasando en la tierra?
¿Qué nos pasa a los humanos?
¿Qué locura nos invade
matando a quién más amamos...?


© Antonio Pardal Rivas

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER