MI AMIGA

 

 

 

 

 


Yo tuve hace tiempo una amiga buena,
con un tierno afecto que nunca fallaba,
su cara era noble, sincera y serena,
cuando me miraba.

Era mi consuelo cuando la tristeza
llenaba mi pecho de amarga aflicción.
Creía en su alma llena de belleza,
y en su comprensión...

Yo tuve una amiga, con afecto puro.
Solo nos unía la amistad sincera.
No había entre nosotros rincones oscuros.
Solo amiga era.

Decía unas cosas de tal hermosura,
que eran como luces de un bello color.
¡Hablaba de todo con tanta dulzura...!
Parecía una flor...

¿Donde estás amiga?, ¿Por qué te marchaste?
¿No ves el puñal que injusta has clavado?
¿Por qué, amiga buena, por qué me fallaste?
¿Por qué me has dejado?

Ya no volverán los tiempos de antaño...
Jamás ya las flores me darán su olor...
Ha sido muy fuerte mi gran desengaño...
Me embarga el dolor...


© Antonio Pardal Rivas

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER