AJIMEZ

 

 

 

 

 

 

 



Detrás de tu ventana cada noche,
oculto tras las jambas de sus rejas,
allí, junto al alfeizar, si me dejas,
paciente aguardaré cese tu boche.

Y cuando iluminada haga un derroche
la luna de sus pálidas guedejas
que brillan como tenues candilejas,
allí me ocultaré sin un reproche.

Tenaz me quedaré junto al zaguán
echado soñoliento en su rebate,
mi rostro reposando en tu ajimez.

Oliendo tu perfume de arrayán,
envuelto en la canción del arriate,
y ansiando que me quieras otra vez.

© Antonio Pardal Rivas

17-06-07

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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