LA BOIRA

 

 

 

 

 

 

 



La boira grita muda del espanto
oyendo los rugidos de lo oculto
inane ante la muerte y lo insepulto
del alma que se ahoga en fiero llanto.

Y mientras allá lejos se oye el canto
de seres sin gargantas. Y el insulto
surgido del fragor y del tumulto
de huesos que no tienen camposanto.

La llaga va invadiendo la quebrada
y todo lo existente se estremece
al ver la sinrazón de su llegada.

El sol se va poniendo y anochece
con cruel oscuridad negra y cerrada
y mientras, el maligno, crece y crece...

 

© Antonio Pardal Rivas

17-06-07

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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