NO CREERÉ

 

 


En el destino no creeré,
ni en la suerte, ni en el sino.
Del azar yo nada espero
ni de la fe, ni del jugar.

Tan solo no dudaré
que he de vivir por mi misma,
por mi fuerza, mi entusiasmo,
y en ello siempre perseveraré.

Lo efímero, lo espontáneo, el esperar,
como ejemplos, no cogeré.
Daré el paso firme y con la cabeza alta,
y a Dios ayuda en mi camino le pediré.

Todo se torna volátil, fugaz
los sentimientos se tiñen de frio,
y la palabra se vuelve mordaz.
Rodeados de tanto sinsentido,
apenas si quedan fuerzas para llorar,
Sé que las estrellas me guiaran
durante la noche, por eso mejor andaré,
fijaré bien la vista para ver mi camino
siempre muy claramente.
No creeré todo lo que me cuenten,
ni tomaré por cierto y veraz
todo lo que me diga la gente,
porque a un amigo nunca he de juzgar.
Aprenderé a saber mirar y escuchar,
y a callar, siempre oportunamente.


María José

5-febrero-2008

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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