Eres el manojito de mirra
del Cantar de los Cantares.
Como una paloma que anida
en las grietas de las rocas
ó en los escondrijos de muros escarpados,
así irrumpiste en mi vida.
Como el Cenáculo del Rey Salomón,
hecho de madera de cedro del Líbano,
ta acogré con amor en mi pecho.
Ojos azules de paloma, y tez
como la nieve blanca del monte,
soplo de brisa perfumada de jazmín;
te tengo delante, y así me pareces.
Te acaricio, te abrazo y sueño.
Seré para ti como la vña de Baal-Hamón,
corre hacia ella en tus tribulaciones
que será par ellas un remanso de paz,
la fuente del jardín, y pozo de agua
donde calmar tu sed.
Se fuerte, se viríl, se humano
y sobre todo, se tu mismo.
Tú, Nicolás, mi querido nieto.
_________________ La vida del poeta se orienta hacia el misterio. Sólo el poeta sabe mirar lo que está lejos.
Emilio García del Nido (TODOPOESÍA)
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