A proposito del proyecto de ley de éste ínclito gobierno sobre el Gran Simio.
Miró el loro atentamente
a la vez solto un ¿rediez!
¿donde me encuentro esta vez?
dormida tengo la mente.
Pero escuchó de repente
varias voces al momento,
todas contaban un cuento,
se increpaban..,¡vayase!,
asombrado supo que
estaba en el parlamento.
Y recordó que su dueño
del evento había advertido,
se lo había prometido
mientras arrugaba el ceño.
"Tus derechos con empeño
podrás defender un día
y veras con alegría
que te escuchan asombrados
aunque algunos anticuados
se rían de tu porfía".
El loro habló con ardor:
"Si una ley hay para el simio
yo que hablo y soy eximio
necesito una mejor,
también necesito amor,
quiero todos mis derechos,
no palabras, sino hechos,
que no se me encierre en jaulas,
que se me lleve a las aulas,
¡tendré alumnos satisfechos!"...
Sofía.
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