En este dulce prado estoy sedente aguardando que nazca un nuevo día, para gozar de tu amor y compañía, acunados por el sol resplandeciente.
Ya veo nacer sus rayos por oriente inmolada, en su luz, la noche fría, encendidos los campos de alegría, despierta ya a la vida lo durmiente.
A ti, mi Sol, elevo la mirada contemplando tu albor tornasolado, reflejado en la cara de mi amada.
A ti, mi sol, te canto, enamorado, la dicha que me embarga en tu alborada gozoso de tenarla, aquí, a mi lado.
_________________ Paz y Amor para todos
Antonio
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