Añoranzas
Sentado a la misma orilla
donde empieza el rebalaje
mirando la lejanía
donde el agua con el cielo
Parece ser que se funden
En un abrazo muy estrecho.
Se me vienen a la mente
tantos años que se fueron
viendo ese mismo paisaje
soñando con no perderlo,
y recordando las veces,
que me fui a buscar el sitio
en un barquito velero
adonde parece que se juntan
inseparables la mar y el cielo.
.
Recuerdo tu rostro de niña,
Y a mí mismo me veo
Plenos de juventud y belleza
que poco a poco se fueron,
Como se van las olas
Del rebalaje hacia dentro.
Aquellos besos fugaces,
Que fueron los besos primeros
que no queríamos que viera nadie
fueran a robarnos ese embeleso
Y llevárselos mar adentro
Donde se juntan, parece,
la mar y el lejano cielo.
Y han ido pasando años,
entre alegrías y sufrimientos
me veo aquí sentado
en el mismo cacho de terreno,
sin juventud y muchas penas
almacenadas en el pecho.
Alguna lágrima inoportuna
Se desliza por los surcos
que en la cara han abierto
Hasta hacer todo el recorrido,
Y mezclarse con el agua
Que la llevará seguro
A ese lugar tan lejano
Donde se juntan mar y cielo
La mar es testigo, vida.
De lo mucho que te quiero
un día te juré amor
Amor dijimos sería eterno
Y así espero mi niña,
Porque yo no sabría vivir
Si eso no fuera cierto.
Y ya nunca podría, bien mío,
sentarme en este terreno
para contemplar el cielo
que se junta con el mar sereno.
Para recordar tristezas y
También muchos ratos buenos
Para esperar el momento
En que esta mar que es tan nuestro
Nos lleve a los dos muy lejos.
Allá donde parece
que se juntan como nosotros
La mar tranquila y el cielo.
