¿La recuerdas? ¿Recuerdas aquella noche? ¿Cuando me diste aquel beso en el cesped del jardín, envueltos por el aroma de aquel frondoso jazmín?
¿Tan pronto la has olvidado?
¡Que poca memoria tienes!
¿No recuerdas nuestras lenguas jugueteando entre sí, mientras tu cuerpo adorable me dejaba entrar en tí?.
¿Se te ha olvidado el quejido que tu garganta exhalaba, mientras que yo, con dulzura, tus senos acariciaba?
¿Se te ha olvidado el rasguño que con tus uñas me hiciste y el bocado que en mi labio, sin contenerte me diste?
¡Que poca memoria tienes!
¡No te comprendo, mujer!
¡No entiendo tu gran olvido!
¿Cómo me dices ahora, que entre nosotros no hay nada? ¡Si yo no puedo olvidar cada poro de tu cara!
¡Si ya me paso la vida recordando tus suspiros! ¿Por qué me dices ahora que es falso lo que yo digo?
¡Que poca memoria tienes!
Pero por más que lo niegues yo sé que tú fuiste mía, en el jardín de tu casa, con la luna por testigo.
Y me juraste mil veces que sólo a mí me querías.
Y si niegas lo evidente y me pones de embustero, pues te salió un pretendiente al que le sobra el dinero, comprenderé tu postura y tu desdeño fingido.
Y guardaré hasta mi muerte el recuerdo de tus besos y de tus tiernos quejidos, aunque el dinero maldito me robase arteramente lo que yo más he querido...
_________________ Paz y Amor para todos
Antonio
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