Fuiste juez y jurado en mi sentencia,
sin datos que fuesen fidedignos,
escuchaste de otras bocas los designios
y dejaste que lacraran mi memoria.
Como quieres, que hoy te cuente mi historia,
si ya diste veredicto en tus dominios,
pisando sin clemencia amor y gloria,
que hoy yace, como pájaro sin nido.
Buscando por las ramas de un destino,
incierto de amor y de ignominia,
mis alas desplumadas se han quedado
en el fondo del pozo de la ira,
se han quemado mis sueños y...aplastados,
dormitan esperando otra justicia.
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