Hace un par de años. Cuando en este foro escribían un grupo de sevillanos y andaluces, en entrañable paz y armonía con unos pocos de catalanes de pura cepa y una gran señora valenciana, era tanto el fervor poético que teniamos que nos salían las poesías encadenadas, contestandonos unos a otros. Las llamabamos "Poesías compartidas", pues cada uno iba colocando en ellas varias estrofas que reflejaban su personalidad pero que, una vez leídas todas, trasmitían una sensación de unidad y belleza muy dificiles de superar.
Aún las tengo en mi disco duro, y sólo tendría que subir a internet el índice para que se vieran en toda su belleza en nuestra web.
Pero no me atrevo. Aunque fueron verdaderas pamplinas las que nos separaron, y jamás llegó la sangre al río, hubo algunos que me pidieron que retirase sus poesías de esta web. Y me veo en la obligación moral de respetar su deseo.
Pero, como homenaje a todos ellos, y recuerdo de aquellos días en que, yo al menos era más feliz, he ampliado un poco unas estrofas mías, para colocarlas en el foro y en la web, en estos días de Semana Santa. Se trata de una pequeña poesía dedicada a la advocación de la Santísima Virgen Esperanza de Triana.
Está escrita en andaluz fonético, y hasta el "cudiaíto" del capataz, es la forma vulgar de decir en Andalucía la palabra española de cuidadito.
Me encantaría que algún sevillano castizo contestase este humilde verso dedicado con todo mi cariño a la Madre de Dios.
Y de pronto se ha callao el sonar de las trompetas y allá a lo lejos se escucha el cante de una saeta.
Ya los fieles se apretujan en las aceras del puente que parece que se cae del peso de tanta gente.
Y es que tó el mundo desea volverla a tener en casa, mientras le gritan llorando ¡Esperansa!, ¡guapa!, ¡guapa!
Ya se va oyendo a lo lejos el redoble de tambores, y por toas partes se huele a incienso, romero y flores.
Y entre el bullicio y el llanto, desde un balcón con masetas, se oye en tó el río, con fervor, el cante de la saeta.
Unos gimen, otros rien, otros empujan pa vé lo más bonito der sielo que al mundo vino a nasé
Y la Virgen, despasito, mu cansaíta y gitana, va volviendo a poco a poco a su querida Triana.
¡Que triste viene la pobre, que molía y que cansá, de tanto llorar siguiendo al Hijo a la Catedrá!
To er mundo llora con ella, toa Triana es un clamor de ver a su Virgen bella llena de tanto dolor.
Y en silencio ya se escucha la orden der capatá, "llevarla con cudiaíto... no se vaya a lastimá".
¡Mi Esperanza marinera!, ¡Madre bendita de Dios! ¡Tienes carita de pena! ¡Y vas repartiendo amor...!
_________________ Paz y Amor para todos
Antonio
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