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Pensar en que mañana serás mía,
que puedo de tus besos ser yo el dueño…
De sobra reconozco que es un sueño,
mas déjame soñar esta utopía.
La noche pase pronto, arribe el día.
Que luzca el Sol flamante y muy risueño
y alumbre mi victoria en este empeño,
llenándome de mágica alegría.
Si falla mi misión, no ocurre nada;
mil veces sucediera en el pasado.
Inútil no habrá sido la jornada;
viví por una noche ilusionado
y vino nuevamente a mi morada
la Musa y se acunó, dulce, a mi lado.
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La gloria es de quien la busca; la suerte del que la encuentra.
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