BRINDIS
Te busco en lo más hondo de mi copa
recordando los días del ayer,
cuando tú me quemabas como estopa
en las horas del dulce anochecer.
Añoro con tristeza tu mirada
y sigo pesaroso mi destino
con mi cara de lágrimas bañada
tratando de olvidarte con el vino.
Aún no sé los motivos de tu olvido
ni el por qué me trataste con despego,
si nadie como yo a ti te ha querido
y solo de quererte estaba ciego.
Hoy preciso ampararme en la botella
que calienta mis tristes noches frias
tratando de borrar la tierna huella
que dejaste en mi pecho aquellos días.
Mas siempre llevaré la bruna sombra
que me empuja a querer volver a verte
y nada en esta vida ya me asombra
después de la agonía de perderte,
pues ya quedé sin vida aquel momento
y vivo mas no vivo, sino muero,
recordando el aroma de tu aliento
en el vacuo dosel donde te espero.
¡Oh, divino licor que elevo al cielo!
¡De Baco la purísima mixtura!
¡Te bebo y como ave libre vuelo
tratando de olvidar esta tortura!
¡Hoy brindo a tu memoria y a mi pena
con el alma plagada de amargura,
sin saber si mi vida aún es terrena
o te aguardo en angosta sepultura!.