Un sueño tuve ayer extraordinario y al cabo he despertado al realismo; los años han pasado y no es lo mismo, volví a vivir mi mundo imaginario.
El mundo de las locas fantasías que inundan mi cerebro; y sus caudales se esparcen por mis venas a raudales, llenándome de penas y alegrías.
Compleja maquinaria es la persona... Entiendo ya el por qué a Su semejanza nos hizo el Creador, en Su esperanza; a Él mismo Su soñar no le abandona.
Quimeras e ilusiones transmitidas del Mágico Escultor. Sus criaturas habrían de vivir mil aventuras, igual que las que sueña su Rey Midas.
Lo malo del asunto y lo maldito, y en ello en Su quehacer no cayó en cuenta, que igual que el escritor que un cuento inventa, Él puede corregir Su manuscrito.
El hombre sometido, sin embargo, a cargas que son míseras y humanas no puede éste cambiar; y, aunque con ganas, no logra despertar de su letargo.
Y vive un sin vivir toda su vida, soñando en el amor y en la fortuna, sabiendo que su meta sólo es una: Yacer bajo la tierra removida.
Si nace nuevamente a otra existencia por todos - en verdad - que es ignorada, habrá de comenzar nueva jornada valiéndole de poco su experiencia.
Pues toda quedará en la sepultura, debiendo comenzar todo de cero. Les digo en realidad, siendo sincero: Prefiero no vivir otra aventura.
_________________ La gloria es de quien la busca; la suerte del que la encuentra.
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