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No pienses que mi amor se fue al olvido,
si cierto es que quedó como en letargo;
creí que estaba muerto y, sin embargo,
leyéndote de nuevo ha renacido.
Los años han pasado y he sufrido
el peso de la edad, que es siempre amargo.
Existen mil barreras, me hago cargo;
mas déjame que sueñe, te lo pido.
Consiste mi soñar en que eres dueña,
igual que por azar lo fuiste un día,
de toda mi pasión y que tu enseña
de nuevo luce al lado de la mía.
Es arduo de lograr mas, si se empeña,
milagros puede hacer mi Poesía.
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La gloria es de quien la busca; la suerte del que la encuentra.
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