TRISTEZA
Dama de color negruzco
ante cuya sola presencia,
se llenan los ojos de agua
y las cicatrices del alma
duelen y sangran de nuevo
como cuando fueron hechas.
Dama que de vez en cuando,
Aparece en nuestras vidas,
Para amargarnos los sueños,
Para enseñarnos los dientes
Y recordar una y otra vez
Que la felicidad no es constante.
Dama que fecuentemente
nos enseña que en la vida,
igual que los perfumes baratos
dura poco tiempo lo bueno
que al final de una breve tregua
vendra inevitable el testarazo.
Dama de cara fantasmal
que nos hace sangrar por fuera,
y por dentro nos anula.
que hace que se presenten
espectros, traiciones y dudas
para dejarnos hechos polvo
hasta que aparezca de nuevo
con su sudario de penas
a recordarnos de pronto
que no creamos ser felices,
cuando detrás de una cortina
se esconde una vieja dama
con un manto de dolores
y antifaz de podredumbre.
