FOTOMUSICA

El presuntamente reformado Estatuto de Andalucía comenzó ayer su trámite parlamentario con el debate de toma de consideración del mismo en la cámara baja. Decimos presuntamente reformado porque lo que el PSOE y su socio comunista llevaron ayer a la carrera de San Jerónimo no fue una reforma sino un Estatuto de nuevo cuño. Un texto que, consensuado primero con todos los grupos políticos, fue modificado deprisa y corriendo para adaptarlo al peculiar momento nacionalista que vive el partido de Zapatero.

En sólo 24 horas más de 100 enmiendas fueron añadidas o, mejor dicho, calcadas del Estatuto catalán para ponerlo al gusto del presidente. No se olvidaron de ninguno de los clásicos del tristemente célebre Estatut. En el mismo preámbulo se especifican los derechos y deberes, como si éstos fuesen o pudiesen ser distintos de los que consagra la Constitución. Se arrebata al Gobierno central un buen ramillete de competencias que le son propias al tiempo que otras, las autonómicas, se blindan al modo y manera catalanas. En lo relativo a legislación, el Estatuto se autoarroga la potestad de limitar la capacidad legislativa del Estado.

El remate final es la definición de Andalucía como "realidad nacional", abstrusa invención socialista que, a día de hoy, nadie ha conseguido definir, pero que viene a ser lo mismo que la nación catalana de Maragall y Carod Rovira consagrada en el Estatuto de la discordia. Como es obvio, nadie en Andalucía ha reclamado la condición de nación, pero eso a socialistas y comunistas les trae al fresco. Ninguno de los dos pretende convencer sino, muy en la línea de la izquierda eterna, imponer su criterio demonizando, ya de paso, al que se opone a ellos.

El Estatuto de Andalucía no es más que un parche de última hora para tapar el fiasco catalán, y lo hace con otro fiasco. El documento que ayer debutó en el Congreso sólo trae el apoyo del 60% de la cámara autonómica, es decir, una mayoría ciertamente escasa para una reforma de esta envergadura. El PSOE se opone, como no podría ser de otra manera, a someterlo a referéndum en Andalucía, sabedor de que tal delirio se llevaría un serio varapalo en las urnas. Aunque el texto sea una chusca imitación del Estatuto catalán, a los andaluces no se les va a dejar decidir. El binomio PSOE-IU, debidamente auxiliado por la galaxia de formaciones nacionalistas que menudean por el Parlamento, decidirán por ellos. Serán una "realidad nacional" a la fuerza y por aclamación unánime de la izquierda toda.

Dejando a un lado la absurda entelequia contenida en sus páginas y el pulso liberticida que lo inspira, el hecho es que el Estatuto andaluz es el primero de una ristra que se promete generosa. Todas las autonomías gobernadas por el PSOE –y que hasta hoy mismo llevaban una plácida vida constitucional–, van a ser sacudidas por un arrebato de social-nacionalismo trufado de comunismo antisistema con el sello inconfundible de Zapatero. Es la segunda edición del café para todos, esta vez más cerca que nunca del abismo.

Zapatero no cree en el consenso, al menos en el que se practica en las democracias liberales. Su plan es redibujar el mapa de España y buscar acomodo a los que quiere como aliados para perpetuarse en el poder. Lo está llevando a cabo de manera integral, haciendo gala de una proverbial ignorancia y cubriéndolo de mentiras y eslóganes vacíos. A decir verdad, esto último –la propaganda– es lo único en lo que realmente destacan, lo único en lo que el PSOE puede dar lecciones.


Visto lo visto. Escrito lo escrito y leído lo leído, estoy conforme con que se conceda a Andalucía un Estatuto calcado del Catalán.

Y a León también, que ya está harto de estar unido a Castilla. Y a Murcia. Y a Extremadura. Y al Cantón de Cartagena. Y a que se restablezca la República de Utrera, si hace falta. Todos los españoles tenemos derecho a tomarnos esta mierda de café que ha hecho el gobierno del Frante Popular. Y a ver si Alguien en la altura máxima del poder revienta ya de una vez y cumple con las obligaciones que le vienen establecidas en nuestra Constitución, que para eso viene cobrando su sueldo desde hace ya cerca de 29 años.

Lo que es intolerable es que a los catalanes se les someta a referendum el Engendro y a los andaluces se nos quiera imponer sin preguntarnos nada. Eso sobrepasa ya la raya de lo tiránico.

¿A qué están esperando los Organos establecidos por la Constitución para
defender a la unidad de la Patria y a la Constitución que líbremente nos otorgamos los españoles?

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Paz y Amor para todos

Antonio

Pues sí, Antonio. Ya hemos dado el primer paso hacia ese engendro de estatuto, que es copia del no menos engendro que se ha hecho en Cataluña. En él se dá pié a cosas como el aborto a troche y moche, la Eutanasia y un largo etc.
Cháves quiere blindar el Guadalquivir, y no sé si cobrará peaje a los flamencos pos pasar por El Coto de Doñana, o anidar en La laguna de Fuentepiedras.
Esto es el despropósito de los despropósitos. La insensatez elevada a la centésima potencia.
Los andaluces y a tenemos en un papel escrito que somos la más antigüa civilización de occidente. O lo que es lo mismo, mientras Los Tartesios se paseaban por las costas de Cádiz y Málaga, de Despeñaperros para arriba reinaba el oso pardo. Ese del que quedan unos escasos Ciento y pico de ejemplares. Nos está bien empleados por burros, por eso de echarle la mano por encima del lomo a todo el que viene por aquí. Quizás nos hubiera ido mejor si hubíeramos sido unos "ciezos". Pero deberemos estar contentos. Ese cabezón amigo del otro, amiguete de etarras y que nos está sacando en la tele, día sí y día no. Imágenes de una guerra que nos costó la friolera de Un Millón de muertos. No sé si para recordarnos que pasó, o para que nos vayamos haciendo el cuerpo a una nueva, que Dios no lo quiera.
Y encima leo por aquí escritos muy bonitos sobre perdones, fraternidades, y besitos en los morros. A esta gentuza, como hizo Jesus con escribas y fariseos, a correrlos a palos. Por cierto recuerdo que aquellos a los que les dió Cristo de latigazos eran los sacerdotes y los políticos de aquella época. Si es que es verdad que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma tierra. Los españoles, más. Parece que llevamos la piedra amarrada al pescuezo y andamos a trompicones con ella.

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Pepe

Pues nosotros, los extremeños, por lo visto vamos a comprar nuestro Estatuto en una tienda de “Todo a cien” que van a inaugurar en el Palacio de la Moncloa en breve; así es mejor, creo que incluye todas las mejoras de los demás de aquí a diez mil años, es como una aplicación informática que se implementa en el ordenador central de la Junta de Extremadura y en unas décimas de segundo queda instituido, estatuido, fundado, implantado y constituido. No hacen falta mayorías ni minorías, ni acuerdos ni desacuerdos ni leches de ningún tipo. Aunque tiene un defecto, su peso, al dilatarse tanto en el tiempo, por tantas mejoras, el CD pesa cincuenta mil trillones de toneladas, se tiene que traer de una vez. Y, por esto, simplemente por esto, ya han empezado las discusiones, veremos como acaban.
Vamos a terminar todos locos. Opá vamo a fripá.
Saludos cordiales, Carlos.-