La política en España es como una partida de poker. Quienes juegan son los partidos políticos en representación de todos los españoles, solo que las cartas están trucadas y hay un partido, el PSOE, que además juega con un as en la manga. Este partido, cuando las bazas le pintan mal, se saca el as y ya está.
Como en toda partida de poker, los mas ricos -o sea, los que cuentan con mas adeptos entre los ciudadanos- juegan con ventaja. Luego están los que se atreven a pujar de vez en cuando a ver si con un poquito de suerte arañan un pellizquito. La partida, en realidad, va siempre entre los dos expertos: el tahur que se las sabe todas y el que lo quiere emular, o sea, entre el PSOE y el PP. Claro está que al PSOE, con la baraja trucada y un as en la manga, difícilmente le ganará el PP. ¿Y cual es el as que tiene en la manga el PSOE?. Pues el Tribunal Constitucional. Hay que cambiar la baraja y sacarle el as de la manga al tahur. Y esto solo se puede hacer haciendo que gane el PP por mayoría absoluta en las elecciones, como la única alternativa válida para acabar con los trucos y la corrupción.
Si esto fuera así, cuando empiece la nueva partida habrá que estar atentos a ver si se juega con la misma baraja o con otra y también a ver si se cambian o nó las reglas del juego, no vayamos a estar donde mismo pero al revés. Pero esto ya sería otra historía que con el tiempo habría que aclarar. Lo que está claro es que el cambio es necesario porque el as del tahur ya ha sido descubierto: Bildu en las instituciones vascas, en contra de toda la opinión general española, gracias al Tribunal Constitucional.
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