FOTOMUSICA

Pasó la huelga. ¿Y ahora qué? ¿Puede Zapatero derogar las medidas de recortes salariales y reforma laboral, aprobadas a dictado de Bruselas, por decreto unilateral, sin llevar España tarde o temprano a la bancarrota? Y no solo éso, si no que ¿puede prescindir de hacer la reforma de pensiones y otras medidas de ajuste a que le obligarán desde fuera en breve para garantizar el pago de la deuda que tiene y sigue contrayendo y echa a las espaldas de las generaciones que nos siguen? Es mas fácil creer en un milagro de Fray Leopoldo -recientemente beatificado- curando a un enfermo, que en Zapatero salvando a la economía española. El problema de este pais es que desde que se acabó la construcción carece de modelo productivo capaz de levantar la economía, porque el turismo y la automoción no son suficientes. La agricultura y la pesca están infraestructuradas y no son competitivas. Hasta los tomates, las peras y enlatados son importados en su mayoría, como pueden comprobar en cualquier supermercado. Pero eso sí, estamos superdotados de estructuras gubernativas y fiscales, tales como autonomías y organismos estatales en un inmenso organigrama político-administrativo imposible de mantener pero que hay que mantener hasta que esto reviente. Y dentro de ese organigrama que cobra del presupuesto general sostenido por los contribuyentes, ocupan un lugar significativo los sindicatos. Las reivindicaciones que éstos acaban de hacer en la huelga al Gobierno son como si mi hijo me pide a mí que le deje en herencia un cortijo. Y eso lo saben los dirigentes sindicalistas. Y por eso es que muchos creemos que la huelga reciente es una mera pantomima. Veremos cómo, al final, Zapatero y sindicatos, que han sido, son y serán uña y carne, se reuniran para decirnos que los empresarios y la banca son los culpables, que el liberalismo asociado a la derecha es insostenible, que la clase trabajadora y los parados son la víctima del sistema y que hay que volver a hacer bueno en toda su intencidad el socialismo de izquierdas. O sea, la pura demagogia de siempre en un pais donde el 90% del sector que crea empleo productivo corresponde a la mediana y pequeña empresa y al autónomo. Nada de reforma profunda de instituciones. Nada de purga de cargos dirigentes políticos prescindibles. Nada de ministerios que sobran. Nada de quitar subvenciones cuyo fin primordial es el mantenimiento y captación de clientela. Y por el contrario, mantener medios de comunicación adictos, mantener propaganda política, utilizar leyes de adoctrinamiento ideológico, crispación y enfrentamiento, cortinas de humo para ocultar la realidad y, sobre todo, no tocar los altos sueldos y privilegios de la clase dirigente, incluyendo los de Mendez y Toxo, ovejas descarriadas que pronto volverán a su redil... ¡Ah!, se me olvidaba: y nada de elecciones anticipadas.

Avidad

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Paz y Amor para todos

Antonio