Socialismo = gasto continuo hasta acabar España arruinada. La historia se repite. Siglo XIX, liberales y conservadores; pasaba igual. Siglo XXI, socialistas y populares; idéntico proceder. Bajo pretexto de aparentar falsamente ser protector del bien común, el socialismo, como su hermano mayor el comunismo, hunde siempre la economía y lleva al desastre precisamente a los sectores sociales mas necesitados, que, paradójicamente, deberían ser el objeto mas acuciante de su protección. Porque es el sistema y no las circunstancias el culpable de las crisis, y son los parados - aunque perciban subvención- y no los políticos ni banqueros, los mas perjudicados. La economía de una nación, igual que la de una familia cualquiera, no se sostiene con el crédito si se gasta mas de lo que se ingresa. La diferencia está en que el político, al final se va y es sustituido, y el cabeza de familia lo sigue siendo hasta el final. Y como el político sabe que se va, aprovecha su tiempo en su propio beneficio y le deja el problema al que viene detrás. Tanto en el socialismo como en el comunismo y en la derecha también, las clases dirigentes son siempre las beneficiadas. Eso sí, acostumbrados a sus remuneraciones, ventajas y prebendas, los políticos y beneficiarios que se sienten a gusto en el sistema, maestros en el discurso y en la demagogia, nunca se van antes de la agria confrontación, cuando las mayorias reaccionarias hacen su aparición. Así difícil les dejan a quienes gobiernen después el arreglo del pais, teniendo que adoptar las medidas impopulares que, por miedo a precipitar su salida, no se atrevieron a legislar quienes se han de ir. En todo caso, en último extremo y con el agua al cuello, siempre se pide un pacto con la oposición cuando es absolutamente necesario tomar medidas antipopulares, para echarle la culpa a ésta o, al menos, compartir con ella las consecuencias desagradebles que puedan conllevar.
Insisto en que ha sido el sistema, en su mayor parte, y no las circunstancias, quien ha provocado la crisis actual. Durante los años de bonanza socialista, sus políticos, viviendo del superavit y del desarrollo económico de la burbuja inmobiliaria, acomodados en la bonanza, se dedicaron a legislar mas pensando en el adoctrinamiento y arraigo de la ideología, que en el sostenimiento y la prevención de la economía. Nunca previeron que la pirámide inmobiliaria pudiera tener un final, como hubiera sido su obligación. Se dedicaron alegremente a gastar, no ahorraron a tiempo para la vejez de su legislatura, y nos han traido a la situación actual. Hoy la ruina de España no hubiera sido igual si el endeudamiento imparable de nuestra economía no fuera el que es. No nos vengan con el cuento de echar toda la culpa de nuestra crisis particular a la crisis internacional.
Avidad.
_________________ la felicidad puede ser la resultante de la verdadera concordia entre nuestra fortuna y nuestra forma de vivir
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