FOTOMUSICA

Amigos/as del foro:
Parece ser que se acaba de aprobar en el Congreso una ley del cine mediante la cual se obliga a todos los propietarios de salas de exhibición de películas a proyectar al menos una película española por cada cuatro extranjeras.
Me gustaría contrastar opiniones al respecto, pues a mí ésto me parece otro abuso zapateril al mas claro estilo estanilista. Creo que el dueño de una sala de cine debe tener perfecto derecho a exhibir lo que le venga en gana, en razón de la demanda de los espectadores, sin ningún tipo de intervencionismo por parte del Estado. Si el cine español quiere estar en las pantallas debe ganarse el puesto creando películas de calidad por sí mismo, en un libre mercado, sin ayudas económicas del gobierno que se pagan con los impuestos de todos los españoles, y que redundan luego en guiones propagandísticos partidistas de la guerra civil española o argumentos sobre temas de homosexualidad y lesbianismo, que es lo que abunda. Además, gran parte de esas ayudas económicas acaban engrosando el bolsillo de directores y productores cinematográficos que ya estan supermillonarios.

Saludos, amigos/as.

Avidad

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la felicidad puede ser la resultante de la verdadera concordia entre nuestra fortuna y nuestra forma de vivir

Mi querido amigo Avidad:
Efectivamente, estoy absolutamente de acuerdo con tu comentario.
Hemos de tener presente que el gobierno de Rodríguez Zapatero tiene entre los "profesionales" del mundo del espectáculo (cineastas y actores, fundamentalmente) el mayor bastión defensivo de su sectaria política.
Esta "ley del cine" yo la concibo como un peaje a pagar por las autoridades de nuestro país a los que, acertadamente, Jiménez Losantos llama "palmeros" o "tirititeros" que tan entusiastamente apoyan a nuestros gobernantes.
Es evidente la influencia sobre la opinión pública de estos personajes tan populares. Algunos de ellos, sin hacer practicamente nada de calidad, aparecen de continuo pontificando sobre los temas más varios en los medios de comunicación, en su gran mayoría controlados por el gobierno del Estado Español.
Que el cine español, salvo raras excepciones (podríamos citar a José Luis Garci, por ejemplo), es una auténtica basura es un hecho incontestable.
Que produce hartazgo la continua referencia partidista a temas como la Guerra Civil del 36 -como si no hubiera otros- la intrínseca maldad del régimen del general Franco, la apología de la homosexualidad y, en consecuencia, acerba y desproporcionada crítica a la Iglesia Católica, etc, etc.
Es ese el progresismo que nos quieren hacer ver quienes detentan los centros de poder en este país.
Insisto: muy lúcida y veraz tu visión acerca del tema que hoy traes a la palestra.
Un fuerte abrazo de vuestro buen amigo
Rafael

Este como tantos gobiernos se olvidan del “laissez fair” (dejar hacer), política de no intervención en el mercado que debe regirse sólo por la oferta y la demanda.
El intervencionismo político degrada las reglas del libre mercado, tratando de controlarlo a su conveniencia, como es el caso que expones. Dicha intervención estatal debe ser mínima, lógicamente debe estar regulado pero imperando el liberalismo económico.
Por otra parte, esta Ley es un pago por los servicios prestados a este colectivo de actores y actrices; no hay que olvidar el apoyo que le dieron al Gobierno con el “No a la guerra”, mientras que hacen caso omiso a la barbarie de ETA.
Sin embargo, a pesar de la inquina que muestran a EE.UU, todos se parten el coleto por trabajar allí y pasearse por la alfombra roja, si es posible, o exhibirse de cualquier forma para lucir palmito y lujo deslumbrante.
Afectuosamente, Carlos

A Rafael y a Carlos:

Gracias por leer y contestar a mi escrito con vuestra oponión sobre el tema.

Un saludo muy afectuoso para ambos.

Avidad

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