Hay que ver la que se está liando, porque un periódico danés, hace unos meses, puso una viñeta en la que se ridiculizaba a Mahoma. Esto pasó desapercibido hasta que hace unos días otro periódico las sacó a la luzy y se armó la marimorena.
Yo siempre he sido muy respetuoso con todas las religiones. Bien se trate del Islam, Budismo o los que creen que Dios es el escarabajo de la patata. Pero esto que está pasando con el tema en cuestión, está tomando un cariz de los más feo.
El mundo árabe ha hecho piña, con una cosa que como mucho se puede calificar de mal gusto, y que tampoco es para más. Pero los moros de la morería, han montado en cólera, y de qué manera. Han quemado embajadas, banderas e incluso han amenazado con quemarnos a todos con el fuego atómico como si fuéramos castañas.
Nos ha jodido Mayo con sus flores, y luego dicen que no son fanáticos. Y luego nos acusan de xenófobos a los demás. Y mira que escribo esto con el culete un pelín encogido, no sea que a algún hijo de Alá no le haga gracia y la emprenda conmigo.
Para arreglar un poco el asunto nuestro presidente Zapatero junto con el primer ministro turco Erdogan, condenan las caricaturas de Mahoma. Ambos hacen una llamada a la calma en un artículo que publicó el pasado lunes el International Herald Tribune.
Ahora le falta a Zapatero decirle a Maragall y Carod Rovira, que son un par de payasos, cuando se pusieron a hacer el iden jugueteando con una corona de espinas, réplica de la que le pusieron a Jasucristo. Porque que yo sepa, hasta el momento no les ha dicho res de res, como dicen los catalanes, a ambas reses como también se denominan a los borricos.
