|
Si está más viejo y malhumorado, puede que sea también más inteligente
La próxima vez que la gruñona tía Berta le gruña a su compañera de juego de cartas o a uno de sus sobrinos que la quiere tanto, véalo de otra manera. Quizá sea más inteligente que los demás.
Una reciente investigación sugiere justamente eso, que las personas de mayor edad que tienen una inteligencia superior al promedio tienden a ser antipáticas.
Los autores del estudio notaron, sin embargo, que la inteligencia superior no siempre va de la mano con el mal genio, pues las personas jóvenes inteligentes tienden a ser más abiertas a las situaciones nuevas en lugar de ponerse antipáticas.
"Parece que en la juventud, la actitud abierta antes las experiencias es el factor de la personalidad más importante con relación a la consecución de hechos, el vocabulario y aprender de los libros", aseguró Jacqueline Bichsel, coautora del estudio y profesora asociada de psicología de la Universidad Estatal Morgan de Baltimore.
"Sin embargo, a medida que envejecemos, cosa que anteriormente no se había encontrado, parece que la actitud abierta hacia las experiencias deja de ser tan importante y lo que importa es una naturaleza antipática", agregó.
Bichsel y sus colegas informaron acerca de sus hallazgos el jueves en la Convención 2006 de la American Psychological Association en Nueva Orleáns.
Los autores se enfocaron en 381 adultos sanos entre 19 y 89 años que tenían diversos grados educación que iban desde haber terminado la secundaria hasta postgrados universitarios
Los 246 adultos mayores de 60 años se clasificaron como "mayores". Ese grupo se dividió en dos grupos más pequeños del mismo tamaño compuestos por adultos mayores que tenían capacidades cognitivas comparables con las del grupo más joven y adultos mayores que tenían capacidades cognitivas superiores al resto, tanto jóvenes como viejos.
Los 135 adultos restantes menores de 60 años se clasificaron con "jóvenes".
A todos los participantes se les aplicó la misma serie de pruebas y cuestionarios para medir su inteligencia y rasgos de la personalidad, como actitud abierta, minuciosidad, extroversión, simpatía y neurotismo.
No se reveló que ninguno de los adultos tuviera declives demostrables relacionados con el envejecimiento en sus capacidades cognitivas.
De hecho, los investigadores hallaron que aunque a los adultos más jóvenes no les fue mejor que a ninguno de los adultos mayores en cualquiera de 7 medidas diferentes de inteligencia, a los adultos mayores "superiores" les fue mejor que al resto en todas las pruebas cognitivas.
Los investigadores concluyeron que entre los participantes de mayor edad, la simpatía es inversamente proporcional a la inteligencia.
Esto implica, según sugirieron los investigadores, que ser mayor y antipático en realidad podría equivaler a ser más inteligente.
Para explicarlo, los autores señalaron que estudios anteriores han mostrado que las personas altamente inteligentes tienden a ser más independientes y que la autosuficiencia quizá pueda hacer que ser simpático sea menos importante.
También se observó que el grupo mayor "superior" era más minucioso, lo que se relacionó con mejor memoria a corto plazo y procesamiento auditivo, dos habilidades que los autores del estudio atribuyeron a mejor capacidad para realizar pruebas, no mayor inteligencia.
Para los jóvenes, fue la "actitud abierta" lo que pareció ser el ingrediente clave para adquirir conocimientos. La actitud abierta pareció estar específicamente relacionada con mejor memoria a corto plazo.
Los investigadores también hallaron que los jóvenes que eran relativamente menos extrovertidos también obtuvieron mejores puntajes en pruebas de conocimiento.
Los investigadores concluyeron que la relación entre inteligencia y personalidad cambia con la edad y que el tipo de actitud abierta que los jóvenes necesitan para absorber información nueva quizá pierda significado para los adultos mayores y más inteligentes que ya tienen muchos conocimientos.
"Así, no hay que llevarse bien necesariamente con los abuelos cascarrabias", aseguró Bichsel, quien participó en el estudio mientras trabajaba en la Universidad Estatal de Pensilvania.
"Puede que sea bueno para ellos ser algo protestones y eso podría demostrar que conservan una alta capacidad cognitiva".
Sin embargo, Richard Robins, profesor del departamento de psicología de la Universidad de California en Davis, expresó sus dudas respecto a los hallazgos.
"Nunca había oído nada parecido y la muestra del estudio es relativamente pequeña", objetó. "Entonces, no me sorprendería que los hallazgos no se repitieran en una muestra mayor".
Para explicar la complejidad del tema, Robins señaló trabajos recientes que realizó con una muestra de unos 10,000 estudiantes universitarios que reveló una relación débil pero constante entre los jóvenes antipáticos de ambos sexos y resultados ligeramente superiores en las pruebas SAT.
Esto, comentó, no coincide con los hallazgos del estudio actual.
"Yo soy más escéptico", aseguró Robins, "sobre interpretar cualquier cosa según la relación con la edad"
Sacado de e-medicum
Un saludo cordial
Magda
|
