MARCHITAS...

 

 

 

 

 

 

 

Marchitas están las flores
del jardín de nuestro hogar,
y mustiadas las canciones,
que antes solías cantar

Ya no brilla tu mirada
con el fulgor del diamante.
Se nota que estás cansada...
y no eres la de antes...

Marchitos están tus ojos
que han perdido su alegría.
Y tus besos ya son tristes,
llenos de melancolía.

Tus manos no me acarician
con la ternura de ayer,
pues sus dedos están ahitos,
de mi cuerpo recorrer.

Ya los hijos se marcharon
a vivir su propia vida,
y tú y yo quedamos sólos,
con nuestra misión cumplida.

Hoy es nuestro aniversario...
Son muchos inviernos ya,
los que llevamos unidos
para bien y para mal.

Y aunque tus besos sean tristes
y yo sea ya un carcamal,
¡Te lo juro, vida mía!
¡Cada día te quiero más...!

Marchitas están las flores...
que ambos soliamos regar...
Pero el amor que te tengo,
jamás se marchitará...


© Antonio Pardal Rivas

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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