
Sueños que vais surgiendo
en lo mejor de la vida
y cuando pasais de largo
nos dejais el alma herida.
Sueños de amores eternos
y de pasiones hermosas,
que al cabo de poco tiempo,
os marchitais como rosas.
Sueños de felicidad,
de ternuras e ilusiones,
que os deshaceis como el humo
en un mar de incomprensiones.
Hubo un poeta que dijo
que era un sueño nuestra vida.
Pero no quiso decirnos
que era triste y fementida.
¡Ay, juventud placentera
que comienzas a soñar,
aprovecha los segundos
de amor y felicidad.!
¡Sueña en futuros dichosos!
¡Apura el nectar dorado
de ese tiempo, que es un soplo,
y está pasando a tu lado!
¡Es que el tiempo es tan fugaz!
¡Es que es un sueño tan corto,
que hay que ser harto sagaz
y disfrutarlo en su orto!
Pues ya llegará el momento,
ineluctable en la vida
en que los sueños terminen
dejándonos sólo heridas...
Heridas de las traiciones...
y de los falsos amores...
Heridas de soledades...
desengaños...y dolores...
©
Antonio Pardal
Rivas