
El sol se ha perdido y nos cubre el frío.
Un sordo tronar de averno restalla.
Una nube negra embarga el ambiente,
y el orbe se cubre de olor a metralla.
Deambulan los seres
de acá para allá.
Monstruos y dragones invaden el cielo.
Circulan fantasmas manchados de sangre,
y aves carroñeras van cubriendo el suelo.
Ya nadie es hermano,
ni padre, ni amigo.
Es tiempo de miedo, tristeza y pavor.
Una inmensa tumba enterró los sueños,
Y solo nos queda angustia y terror.
Una noche eterna
barrunta en la tierra.
Las sombras invaden los campos sin flor.
Un daño infinito muy cerca se cierne.
¡El hombre ha olvidado lo que era el amor...!