CANCIÓN PARA MI NIETO NICOLÁS

 





Duérmete, mi niño
que el aire también duerme,
y el jilguero en su rama,
y la oveja en el dedíl.
Duérmete, mi lucero,
flor de mayo y abril,
que mi alma está en vela
sólo pensando en ti.
Que has llenado mi espacio
de alegría infinita
y has llegado a mi vida
como causa bendita.
Dios bendiga el momento
y a quién te hizo venir
y que un Ángel bueno
vele siempre por ti,
y que Él me de vida
para verte feliz.
Que tu alegre sonrisa
nunca deje tu boca,
y las penas se escondan
ocultas en una roca
para no aparecer.
Duérmete, mi cariño
que ya va a anochecer.



Emilio García del Nido.
10-octubre-2.008.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER