MADRIGAL

 




En el manto negro de oscura tarde
con puntos luminosos de luceros
te diría al oído que te quiero
y que mi corazón de pasión arde.
Quien pudiera en tarde otoñal
abrir mi corazón a tu quimera,
volver al otoño en primavera
y cantarte al compás de un Madrigal.
Derretir tu ielo en la ribera
y hacerlo un hermoso manantial.



Emilio García del Nido.
21-agosto-2.008.

 

 

 

 

 

 

 

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