AQUELLA NOCHE


 



Se rompió la copa en mil pedazos
y el licor que era vida se derramó
formando un charco de placer desnudo
en el que nadan locas ilusiones.

La noche se hizo parda Celestina
que embriagó de aquel licor el alma
y lo transformó en plácida locura.
Poco a poco se deshoja la flor de la hermosura.

Embriagado, el viento eructa vapores
y envuelve con ellos la razón enajenada
que ya no será libre, sino rea
de la cárcel que encierra la libertad de los momentos.

Se truncó el tallo de la flor aquella
y se evaporó la embriaguez, que a toda costa
se empeñaba en madeja de locura
y la pasión se vuelve insensaez desnuda.


Emilio García del Nido.
9-Junio-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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