SE RENUEVA EL AIRE

 




Llegaste como una mariposa
que se aposenta en los pétalos
de una flor marchita.
Y ha nacido como por milagro, otra flor
en un campo acotado,
arado de surcos resecos
y cubierto de cicatrices
de desilusiones y desengaños
y por inútiles frustraciones.

Así has irrumpido en ese erial,
refulgente toda tú,
con el frescor de la savia nueva
que hace despertar del letargo intransigente.
Que hace concebir renovadas esperanzas
y que hace del amor su emblema.

¡Bienaventurado sea quien te puso en mi camino!
pues ha sido como dar agua fresca
a un caminante sediento.
Y, por muy efímero que sea
tu paso por esa vereda,
aún así, o quizás por eso,
eres de lo mejor que por ella cruza.




Emilio García del Nido.
25-julio-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER