MI PRIMER AMOR SUFRE

 




No lo he querido creer; lo juro.
Se han humedecido mis ojos
y no he podido evitarlo.
Mi niño amor ha reverdecido
en mi pecho, en el que estaba latente
cuando he sabido que sufres,
que por causa de otro amor
has llorado amargamente.

Que tu vida, hecha jirones
por un amor imprudente
está destrozada y rota,
y te ha hecho diferente.
Y, yo que te hubiera dado
un amor sin decadencia,
sin traiciones ni mentiras,
me siento infeliz al verte.

Yo, ya rehice mi vida.
Tengo un amor importante,
dos luceros por dos hijas,
una esposa inmejorable,
buena, bonita y leal,
a la que quiero y soy fiel.
El amor que quise darte
se lo llevó ésta mujer,
y ahora siento que sufras
y me añores sin querer.

¡Anda, mi niña, no llores!
que aquí no acaba la vida,
que los años que han pasado
no han borrado mis heridas.
Que te ofrezco mi amistad,
amor en otra medida
para que cuentes conmigo
si es que aún me necesitas.

Porque no puedo olvidarte
rosa de rojo rosal,
flor del jardín de otro tiempo.
¡Quién pudiera estar sufriendo por tí,
lo que tú estás sufriendo!



Emilio García del Nido.
23-julio-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER