Cuando todos se vayan yo estaré 
          en silencio, cogiéndote la mano 
          y todo lo mejor del ser humano 
con perfume de nardos te daré. 
Cuando nadie te quiera te querré 
y sabrás que mi amor nunca fue vano, 
sentimiento brotado del arcano 
superando la angustia de un por qué. 
Todo es un esperar, todo al fin llega 
como llegan los ríos hasta el mar 
despues de haber bañado aquella vega. 
Y no importa el camino en su vagar 
ya que al fin desemboca y nadie niega 
esa unión que es feliz al entregar... 
        Sofía Martinez-Avellaneda 
          24 de junio de 2007