Me presento tal cual, aguila soy 
          que cruza indiferente la distancia 
          hasta el nido tan alto que no alcanza 
          al humano capaz de una traición. 
          
          Mi desprecio a los hombres es notorio 
          pues pudiendo ser todo no son nada 
y en riñas y pendencias sin prudencia 
se destruyen sin tregua ni razones. 
Yo sigo mi camino hasta la cumbre, 
me acompaña ese sol sintiendo el viento 
que trae la libertad que el ser proclama. 
En silencio me lanzo hacia la meta 
que cada vez más alta me he propuesto 
esperando alcanzar mi fin ignoto... 
        Sofía Martinez-Avellaneda 
          23 de junio de 2007