AYER

 

 

 

 

 

Ayer yo tuve un sueño muy hermoso
pues soñaba contigo ¡que ilusión!
encendida me puse de pasión
con un fuego sin llamas, sin acoso.

Hoy me siento sumida en el reposo,
en la paz que me otorga mi rincón
sabiendo que me diste el corazón
y un nardo del jardín, el más precioso.

Y orgullosa me erijo en importante,
es feliz y veraz la sintonía
que existe entre tú y yo en cada instante.

La música me llena de armonía
elevandome a ti, fiel y constante,
convertida en tu ser, agua en tu ría...


Sofía Martinez-Avellaneda
14 de marzo de 2007

 

 

 

 

 

 

 

 

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