Soy de aquel mundo antiguo sepultado 
        por hordas de modernos sinvalores 
        que no creen en lo eterno ni en amores 
        sólo placer que en día es acabado. 
Efímero y fugaz, no soportado 
el tiempo de un revés, ni los dolores, 
huyendo "del marrón" de sinsabores, 
aplacado el instinto ya gozado. 
Y aparece la dama vengativa 
trayendo la ansiedad con sus secuelas, 
buscando sin hallar su llama viva. 
Un cuerpo desbocado sin espuelas, 
un alma a la que nada le motiva. 
Imposible alcanzar cielos que anhelas... 
        
      
      
        
        Sofía Martinez-Avellaneda 
          17 de septiembre de 2008.