BALANCE DE TRES AÑOS

 

Transida de dolor y de amargura
se encuentra desde ayer el alma mía;
de golpe me cortaron la alegría,
el ser se me llenó de desventura.

Mi mente vi sumida en sima oscura
sin luz ni claridad, siempre sombría;
de donde rescatarla yo quería,
buscando a mi dolor hallar la cura.

Sirvió más bien de poco aquel intento
que quise conseguir hace tres años.
De veras que del mismo me arrepiento,

pues nada conseguí; tan sólo engaños.
Mi rumbo decidí y este lamento
en poco aliviará mis desengaños.

Son hijos, pero extraños...
Pagada la factura está con creces,
lo he dicho y lo diré miles de veces.



Francisco Escobar Bravo
13 de mayo de 2007

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