PENSAR QUE DON QUIJOTE ESTABA LOCO

 

Pensar que Don Quijote estaba loco
es propio de tener poca cordura.
Mejor que, por gustarle la lectura,
la mente fue perdiendo poco a poco.

Pues tanto se leyó, no me equivoco,
que realidad creyó tanta aventura.
La vida sí es así, tremenda y dura;
mas mucho exagerar, pienso, tampoco.

El caso es que, después de mil querellas,
el hábito vistió de cardenales.
Y todo por decir que, entre las bellas,

reinaba la causante de sus males.
Los golpes le obligaron las estrellas
a ver bastante cerca y a raudales.

Mas cuerdo fue en verdad donde los haya.
¿Decís que estoy mintiendo? Habrá batalla.
¿Tomáis como locura que tal diga?
Si tal es cual pensáis, me da una higa.




Francisco Escobar Bravo
18 de abril de 2008

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