LA MANIFESTACIÓN DEL 10-M

Amaneció la mañana
muy soleada y tranquila;
veremos, con tantos odios,
cómo la tarde termina.

La gente ansía la calma,
mas también pide justicia;
y los políticos, sordos,
andan sembrando la inquina.

El pueblo quiere un trabajo
que le dé una vida digna;
para criar a sus hijos,
vivir en paz y en familia.

Entre tanto, dos señores
nos van a buscar la ruina
buscando su vanagloria
y sus prebendas malditas.

¡Me duele España, me duele!
Siento una rabia infinita
al pensar que nos conduzcan
a otra guerra fratricida.

¿Esto es democracia entonces?
¡Pues yo digo que es mentira!
Si ayer gobernó un tirano,
hoy sigue la tiranía.

Y no es culpa de uno sólo,
por mucho que lo repitan
los que de estar en el Mando
por lo visto tienen prisa.

Que otros comicios esperen
y ganen en justa liza.
Si no, ¿qué sistema es éste?
¿Si pierden se encorajinan?

Ésta es la Historia de España,
con tanto y tanto golpista.
Pues hoy, que somos ya libres,
que jueguen de forma limpia.

Que no nos tomen el pelo
con engaños y mentiras,
que igual el año que viene
se hallan las urnas vacías.

Y un pueblo que en quien le rige
su confianza no fija
puede ponerle, de pronto,
en la calle de patitas.

Que ya ha colmado la gota
nuestra paciencia infinita,
estamos ya más que hartos
de tan absurda política.

Pues si el uno nos engaña
con tantas y tantas filfas,
el otro ya no digamos.
¡Con él, una maravilla!

Muchas promesas primero
y después todo mentiras.
Al final, todos iguales:
¡Quieren sacarnos la guita!


Francisco Escobar Bravo
10 de marzo de 2007

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