GUARROMÁN

Recuerdo que antaño
se decía de Guarroman,
que era un pueblo extraño,
porque ofrecen y no dan.

Jamás he creido en eso,
son gente noble y sencilla,
gente que te da su sangre
si en un día la precisas.

Viva la gente andaluza,
vivan los guarromaneros
viva toda mi familia
que vive en ese pueblo.

Mi madre era de Baños,
mi padre de Guarromán.
Yo fuí a nacer a Jaén,
por una casualidad.

Volví a los cinco dias
a residir en el pueblo;
eso es lo que dicen,
que era yo un bebé
y por eso no recuerdo.

Cuando vivía en Málaga,
veraneaba en Guarromán
comprobando así que no es cierto
que su gente ofrece y no da.

Mariana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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