Entendiste
bien, amigo,
lo que en versos escribí.
Hace ya unos pocos años
y me sucedia a mí.
Por
eso sigo bailando
sambas, merengues, boleros...
hasta que mi cuerpo aguante
y no se mueva de tieso.
Mientras
tantom amigo mío...
hay que vivir, que querer,
que sonreir, que soñar...
no se pueden dejar pasar
todas las cosas bellas
que nos dan felicidad.
¡¡Venga,
anímate amigo¡¡
y no te quedes en casa.
Sal a la calle y pasea,
mientras hay vida hay esperanza.
Arroja de ti esas penas
y verás que en pocos días,
esa depresión se marcha.
Mariana.