LA HORMA DE MI ZAPATO

 

 





Fue el sino que propuso tus pies en estas hormas,
de hallarnos casualmente cuando ibas yendo lerdo,
hoy corren por aquí instantes que ora muerdo
con sueños en mi cuero curtido sin reformas.

Mis viejas lengüetas dibujan mil y un formas
volviendo a todos locos, dejando al fin un cuerdo
que quiere conservarnos por siempre de recuerdo,
así lo decidistes sin ver si habían normas.

¿Porqué nos miras triste? ¿Si aún no hemos marchado?
¡No quiero que nos llores porque ya estamos viejos!
Con hormas desgastadas y el tiempo desmanchado,

las cuerdas en hilachas, colores muy añejos,
pisadas no tan firmes humano afortunado.
¿Si quieres? Con nosotros aún llegamos lejos.


Para tí, Mi Cielito Lindo:

Cielo Mio, hoy vi las hormas de mis zapatos,
que marcaron mis pisadas por senderos agrestes,
otras veces caminaron por mil cielos celestes,
llevando mis versos sin dejarlos en orfanatos...


Juan José
1-diciembre-2007

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER