AMANDO A MI CIELO

 

 

 

 

 

Es dulce aquel instante que vivo en su mirada,
que tomo entre sus manos, el aire de mi aliento,
con huella que le sigo de cara al mismo viento,
bebiendo de sus penas, que perlan su alborada.

Recojo en sus latidos minutos de mi nada,
con horas marchitando la paz de su momento,
segundos en senderos que van a su aposento,
cual lágrima en dolor, en risa afortunada.

Rocío en mis caricias rodando por su piel,
me veo en esos ojos los días de mis giros,
con luz de madrugada cubriéndola tan fiel,

sin sombras en palabras por lumbres de suspiros,
me brinda con sus labios el beso que es mi miel
y yo, tocando el sueño, amando sus retiros.


Juan José
23 de mayo de 2007

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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