GREGUERÍA

 



No escribo para ser ningún espejo
de sapiencia fugaz en la poesía
ni pretendo cambiar por alegría
la tristeza integral de algún “pendejo”.

Del pícaro yo espero su gracejo,
del alegre imperfecto su armonía,
sólo al pueblo le debo pleitesía
y le temo si arruga el entrecejo.

Procuro de mi canto lo que quiero
soñando con las flores y el amor.
Combato la tristeza, la quimera,

y la ñoña estulticia sandunguera
de quien sigue las reglas con esmero
produciendo con ello más dolor.

Joaquín Pérez de la Blanca y Vida.
14-enero-2008.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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