ENAMORANDO

 



Si cuando digo ¡amor!
me columpio por tus cielos…
¿Qué más podría yo hacer
ocultándote mis celos
para estar cerca de ti?...
para gritarte ¡te quiero!

Si vagueo entre tu pecho
y retozo por tu pelo…
¿No te das cuenta mi amor
que para ti soy un deseo
y mi sombra que no pesa
la llevas dentro, muy dentro?

Si enciendo apagados sueños
que arden sin que tengan fuego…
¿No será que el verso tiembla
al ver que yo me estremezco
titiritando de frío
si sé que no te merezco?

Si hay versos escondidos
donde no existe ni el cuerpo…
¿No será que el poema vive,
aunque yo esté vivo o muerto,
más allá de las estrellas
o en mi corazón hambriento?.

Si solo al decir “amor”
puede estremecerse el verso…
¿No me adivinas muy cerca
suave como un recuerdo
sabiendo que tu me sientes
dentro como yo te siento?


Joaquín Pérez de la Blanca y Vida.
27-diciembre-2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER